¿Te ha detenido alguna vez esa vieja bruja –la mala suerte– a tu puerta? ¿Te ha parecido que siguen tus pasos las , ls penas y las desgracias?.
Si es así, te interesará saber que TÚ fuiste la causa de eso. Porque el miedo es simplemente el poder creativo en su forma negativa.
La causa verdadera de todas las enfermedades es el miedo. Porque la enfermedad es simplemente una imagen externa del pensamiento. Tu has visto como el miedo causa palidez, como detiene o precipita los latidos del . El miedo cambia las secreciones. El miedo interrumpe la digestión. El miedo pone líneas y arrugas en la cara. El miedo encanece los cabellos.
La mente domina todas las del . Si el pensamiento que tu presentas a la mente inconsciente es el miedo de la enfermedad, de , de indigestión, esas son las que tu mente inconsciente hará realidades en tu cuerpo. Porque tu cuerpo mismo es solo un de electrones, lo mismo que la mesa que está frente a ti. Quítale la mente y tu cuerpo estará tan inerte, tan insensible como la mesa. Todas las funciones del cuerpo, desde los latidos de tu corazón hasta las secreciones de tus glándulas, están dominadas por la mente. La digestión de tus es tanto una de la mente como los movimientos de tus dedos. Por eso lo importantes, no es la clase de alimentos que pones en tu estómago sino el alimento que la mente decide que te haga mal, y que te hará mal.
Tu mente es como el yeso en manos del escultor. Puede hacer con el lo que quiera. Y cuando tu comprendes que no son tus , tus nervios o tus , sino simplemente tu mente lo que te enferma, rehusarás permitir en tu cuerpo lo que no quieras ver en él.
La Biblia contiene una continua exhortación de disipar el miedo. Desde el principio hasta el fin nos dice, "Nada temas". El miedo es la causa principal de todos los males del cuerpo. Jesús comprendió esto y también que el miedo puede ser abolido. Por eso sus frecuentes consejos: "No temas; no tengas miedo".
Es verdad que hay que luchar. Y siempre habrá que luchar en la vida. Pero luchamos solo para vencer las dificultades. Y no hay nada que temer. Todo es un efecto de la mente. Las fuerzas de tu pensamiento, concentrada s sobre cualquier cosa, la harán real. Por consiguiente, concentra tu pensamiento solo sobre cosas buenas. Piensa en la salud, energía, la abundancia, la felicidad. Rechaza todos los pensamientos de y pena son las impurezas de la mente que causan todas las dificultades, que producen todas las enfermedades. ¡Destiérralas! Destierra de entre tus amigos a todo aquel que abrigue una negativa hacia la vida.
Nunca pienses en el peligro, en el desastre, en el fracaso, en , si no quieres que esas condiciones se manifiesten en tu vida. No puedes temer el futuro si te convences de que todos tus movimientos, todos tus actos, están de acuerdo con los ideales de tu mente; si todos tus pasos son pasos hacia delante; si tu vida está orientada hacia el triunfo y usas tus pensamientos para comunicarte con ese océano infinito de abundancia y felicidad que la Mente Universal.