Capítulo 4

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Lauren.

Estamos a punto de llegar al Capitolio, sólo han pasado 2 días y 1 noche, en la cual yo no pude dormir. A eso de las 2am Mickey llamó a mi puerta y se metió conmigo en la cama, lo que hizo que se tranquilizara lo suficiente como para dormir el resto de la noche.

Al día siguiente, después de ducharme como nunca antes lo había hecho en mi distrito, fui al bagón donde se sirve la comida, y ahí estaban (ya desayunando) Beetee y Wiress. Me senté con ellos y empezamos a hablar sobre como podría sobrevivir en la arena. Pero... no creo ser capaz de hacer lo que me piden, ¡son demasiado listos!
Yo no sería capaz de con un sólo alambre, electrocutar al resto de tributos, como hizo Beetee.
Pero si que me veo capaz de tirar cuchillos, o incluso lanzas.
Wiress hace mucho incapié en que tengo que cuidar de Mickey, tanto dentro como duera de la arena.
Incluso ellos, incapaces de matar a nadie con sus propias manos, saben que no va a salir con vida. A menos que yo lo impida.

Cuando llegamos al Capitolio nos están esperando en la estación del tren unas cuantas de miles de personas, gritando nuestros nombres. ¡Incluso lloran al vernos!
No me acaba de convencer esa actitud, pero es el Capitolio, nunca lo entenderé. Así que me limito a sonreir, acto que Mickey imita, hasta llegar al apartamento que se nos asignó, el número 3.

Nuestros estilistas comienzan a hablar sobre nuestros trajes. En verdad no tenía muchas esperanzas puestas en ellos, no sé como vas a representar la tecnología sobre una tela. Aunque... me sorprendieron gratamente. ¡Los trajes eran una locura de luces!

Para Mickey un traje hecho a medida, donde casi todos los bordes tenían unas luces led las cuales se encendían en un blanco perla precioso.

Para mi tenían un vestido negro con asas que caen a los lados de los hombros, ceñido hasta la cintura, y de ahí hasta el suelo cae de una forma muy natural que me encanta. También tiene luces led, situadas estratégicamente por todo el torso y callendo por la falda del vestido.
N

o podían faltar los accesorios:
Unos zapatos de tacón negros con unos cuantos leds, anillos repartidos por todos mis dedos, unos pendientes que colgaban alrededor de 3cm, pintados de blanco y negro.
Un maquillaje natural y por último el pelo, me lo dejaron al igual que el maquillaje, natural, sólamente marcaron más las ondas.

Llegamos a la parte baja, donde será el desfile, y nos juntamos con Beetee y Wiress, ambos están guapísimos.
Beetee nos dice que tenemos que sonreír, aparentar amabilidad y parecer unos simples niños inocentes, en fin, a mi me costaría mucho más que a Mickey. Todo su ser está hecho a base de ternura. Aunque el miedo le puede, por eso Wiress lo intenta tranquilizar cantándole una canción de un ratón y un rejol o algo por el estilo, cosa que funciona. Mientras que Beetee está admirando las luces led (aún apagadas) de mi vestido.

Miro un par de veces a mis contrincantes y los evalúo mentalmente. Hasta que veo al mismísimo Finnick Odair, tan guapo como siempre.
No lo voy a negar, toda mujer suspira por él, pero... yo no soy tan fácil.
De repente llega Euterpe toda emocionada con un mando minúsculo en su mano, y nos explica en que momento tendremos que encender las luces y el cuidado que debemos tener por los circuítos y blah blah blah. Ella seguiría hablando, pero gracias a una voz extremadamente sexy, deja de hacerlo.

-¡Euterpe! Cuanto tiempo hace que no te veo, pero he de decir que sigues igual de bella que en mis juegos- me giro lentamente y veo a Finnick parado a mi lado, admirando mi vestido.

-¡Hola Finnick!- se da cuenta de que él no le va a seguir una conversación (supongo que ya se habrán conocido lo suficiente durante sus juegos) por lo que pasa a presentarnos.- Por cierto, te presento a los tributos del Distrito 3: Michael Black.- a lo que Mickey pone una cara rara, ya que no le gusta que le llamen por su nombre completo.

-Aunque prefiero que me llamen Mickey- dice con su voz tan dulce.

-Vale, vale, pues Mickey. Y esta es Lauren Strone, espero que a ti no te moleste que te llame por tu nombre.- dice suspirando como si acabase de correr una maratón.

-Para nada, encantada.- digo tendiéndole la mano a Finnick- es un placer conocer al vencedor más joven de los Juegos del Hambre.

-Oh, el placer es mío señorita Strone- dice besando mi mano- y encantado de conocerte Mickey.- Finnick sigue mirando mi vestido, y por momentos el traje de Mickey.

-¿Te gusta?- pregunto para romper el hielo formado repentinamente en el aire.

-Me encanta, pero tengo una duda. ¿En que representa ese precioso vestido al Distrito 3?, porque mis probres tributos van vestidos de pescadores.- nos reímos todos, y antes de poder contestarle, se me adelanta Beetee.

-Los del Distrito 3 siempre tenemos un as bajo la manga. O en este caso, bajo el vestido.- acto seguido le guiña un ojo, y yo grito mentalmente ante la estocada que le acaba de dar mi gran mentor a Finnick.

-Desde luego que si- dice antes de despedirse dándole un abrazo a todos, y cuando me está abrazando me dice- por cierto, tienes todos mis respetos, he visto tu cosecha y sé que te has presentado voluntaria, me gustaría charlar contigo un día de estos y que me hables sobre el porqué.- me quedo un poco atónita, ¿me estaría invitando a una cita?

-Me encantaría, pero por desgracia me voy a quedar poco tiempo por aquí, asique va a tener que ser pronto.- separamos el abrazo y me dice.

-Tranquila, encontraré el momento ideal.- y me guiña un ojo, ahora le habla a todos- mucha suerte a todos, estaré atento a ver vuestro gran truco.

-¡Deberías!- le dice, más bien grita, Euterpe.- Venga, venga, venga, a las carrozas chicos.

Como nuestra carroza sólo está un puesto por delante puedo ver bien a los tributos del 4. Pero me arrepiento inmediatamente, uno: porque el chico parece un oso de lo fuerte que está, y dos: porque Finnick me estaba mirando. Así que opto por ayudar a Mickey a subir a la carroza. La cual en cuestión de minutos comenzó a moverse.

Finnick

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¡Hola! Es la primera vez que escribo para hablar con vosotxs. Por lo que antes de nada, ¡encantada de conoceros! (aunque no sea en persona).
Venía a deciros que dejé arriba una foto del vestido, se vería así sin tener las luces encendidas, espero que os guste.

Con amor,

L.

Respirar [Finnick Odair] - CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora