Capítulo 18

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Estoy preocupada. Por todo en general, pero más por Finnick. El anuncio del vasallaje fue hace casi una semana y no sé absolutamente nada sobre él. Al principio no me preocupé mucho, porque en dos días vendría a visitarme pero no fue así... he intentado comunicarme con él de todas las formas posibles pero no da señales de vida. Ni Beetee ni Wiress quisieron ayudarme, y hace unos dos días que no los veo, pero ahora mismo mi prioridad es saber si Finnick está bien, por eso estoy en un tren de camino al Distrito 4.

Al llegar todas las personas que me reconocen me miran con cara de pena, hasta puedo leer sus caras: "Pobre Lauren, tendrá que volver a la arena", "¿Que será de ella y de Finnick?", "No creo que vuelva a tener la suerte que tuvo...".

Llego un poco cabreada y cansada hasta la casa de Finnick, que está en la Aldea de los Vencedores. Con pies firmes me planto en el porche y  comienzo a dar golpes en la gran puerta de madera. La golpeo una y otra vez hasta que la puerta se abre, o más bien es abierta por un ¿Beetee? Muy bien vestido a decir verdad.

-¿Qué estás haciendo aquí Beetee?- pregunto - ¿Qué está pasando?, ¿por qué estás así vestido?

-No te preocupes Lauren- abre la puerta completamente y me lleva hasta una de las habitaciones de la planta baja.- Relájate y ponte la ropa que está encima de la cama- me guiña un ojo y me deja sola en la habitación.

Me acerco lentamente a la cama, miro el vestido y todo me encaja.

Cuando salgo de la habitación enfundada en el precioso vestido de boda junto con sus zapatos y velo no puedo evitar que se me escape un pequeño grito de emoción. Avanzo hasta la sala y veo a Beetee con un ramo de flores en sus manos.

-Lauren, siento mucho no haberte dicho nada antes, pero por una parte no tuve tiempo y por la otra no me dejaron.- inspira profundamente antes de seguir hablando- Te vas a casar con Finnick en cuestión de minutos, lo grabaremos todo y lo enviaremos al Capitolio un poco antes de la Cosecha, si no da resultado lo volveremos a intentar en el Capitolio, en las entrevistas, y si aún así los juegos no se detienen tenemos a Katniss y a Peeta.- Se sube las gafas y me mira esperando una respuesta.

-Beetee... tengo miedo, miedo de que nada salga bien y que me case con Finnick para acabar los dos en la arena y morir sin poder disfrutar de nuestro matrimonio. También tengo miedo de no volver a verte, de no volver a ver a Wiress, de no poder volver a nuestro distrito.- es ahí cuando me doy cuenta de que no quiero perder lo que tengo- No quiero perder la vida que tengo Beetee, no quiero- comienzo a llorar.

- No llores Lauren, no ahora.- Me limpia las lágrimas y alza mi cabeza.- Quiero que sepas que te quiero como a una hija, y por ese mismo motivo yo mismo te voy a llevar al altar. Ten por seguro que voy a intentar hacer todo lo que esté en mis manos para poder salvarte a ti y a Finnick.

-Te quiero mucho Beetee- le doy un abrazo y un beso en la mejilla.

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Lo bueno que tiene vivir en la Aldea de los Vencedores en el Distrito 4 es que el patio trasero de estas da a una hermosa playa. Playa en la cual están las personas más importantes para mi y para Finnick. Wiress, Beetee, Mags, Annie...  y para mi sorpresa también están Peeta; Katniss, junto con su hermana Prim y su madre; y Haymitch.

Al fondo, vestido en un traje color perla se encuentra mi futuro marido. Con sus ojos azules como el mar, su pelo rubio como el trigo y su perfecta sonrisa. Está guapísimo.

Beetee me deja a su lado no sin antes darme un beso en la mejilla y darle un apretón de manos a Finnick.

Cuando levanto la mirada me encuentro con esos ojos que tanto me gustan. No dejo de mirarlos en ningún momento hasta que tengo que ponerle el anillo en el dedo.

-Yo os declaro marido y mujer, puede besar a la novia.-

Esa frase me hace la mujer más feliz del mundo, aún más cuando puedo por fin volver a juntar mis labios con los suyos.

-Te he echado mucho de menos Finnick.- digo apoyando mi frente en la suya- No te haces una idea de lo preocupada que estaba.-

-Lo siento, lo siento muchísimo Lauren- dice mientras acaricia mi rostro.- Pero ya estamos juntos, y casados, al fin.

-Si...- digo en un suspiro.

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Falta una semana para que comience la cosecha. Este tiempo hemos estado entrenando mucho por si acaso tenemos que entrar en la arena. Digo hemos porque también he obligado a Beetee y a Wiress a hacer algunos ejercicios conmigo, no les pido que hagan todo lo que hago yo, pero que por lo menos corran algo para así tener un poco más de destreza y no tropezarse con todo. Aunque es prácticamente imposible que superen los 2 minutos trotando... yo lo intento.

Cuando acabamos (mejor dicho, acabo) el entrenamiento de hoy cada uno se va a su casa a ducharse y cambiarse. Hoy viene Finnick a nuestro distrito, ya que Beetee va a enviar el vídeo de nuestra boda al Capitolio. Así que a los pocos minutos de que entre en casa y deje la maleta nos vamos corriendo a casa de Beetee, quien ya tiene todo preparado para enviar, solo hace falta apretar una tecla del ordenador y el vídeo ya estará en manos de Snow y todos los ciudadanos del Capitolio. Finnick y yo apretamos es tecla juntos.

Después de una hora más o menos le televisión se enciende sola y aparece Caesar con una sonrisa de cabo a rabo.

-Buenas tardes señores y señoras, niños y niñas. ¡Tenemos una gran noticia para todos ustedes!, ¿Están preparados?- hace una especie de redoble de tambores dando golpes en la mesa- ¡Lauren Strone y Finnick Odair se han casado!, así es, y como regalo nos han mandado este vídeo donde muestran lo felices que son y los guapos que estaban, ¿o no?- se escucha rugir al público- Ya teníamos ganas de verlos, pero ahora aún más, no podemos esperar a que comiencen los juegos y darles la bienvenida como mentores o como tributos- no aguando escuchar eso y apago la televisión.

-No ha funcionado- digo mirando hacia Beetee- ¿ahora que hacemos?

-Esperar hasta la cosecha. No sabemos que piensa Snow sobre esto y no sabemos como va a reaccionar las personas de los distritos.- asiento- Por ahora descansad, o entrenad, pero no os preocupeis por eso.

Intento hacerle caso a Beetee, pero relajarme en este momento es imposibe.

¿Qué pasará ahora?

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Con amor,

L

Respirar [Finnick Odair] - CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora