Respirar [Finnick Odair] - CANCELADA

Capítulo 9

Finnick

Pasaron 2 días en los cuales no pude ver a Lauren por culpa de mi trabajo, y porque ella estaba demasiado cansada como para quedarse despierta hasta las tantas de la madrugada.

Hoy son las evaluaciones individuales, por lo que en toda la mañana no tengo un minuto libre. No hago gran cosa, mis tributos están baste confiados en lo que van a hacer, pero siempre viene bien que les eche un vistazo.

Hasta las 5 de la tarde, más o menos, no llego a mi habitación. Me tumbo en la cama y empiezo a pensar en Lauren. La extraño. Sólo 2 días sin tocarla y ya la echo de menos. No me quiero imaginar que haría si no gana los Juegos.

Estoy una media hora acostado pensando en ella, en que estará haciendo ahí dentro, en si estará nerviosa o no, en las ganas que tengo de verla y... entonces se me ocurre que le podría escribir otra carta e invitarla a un "picnic" hoy a la noche. No creo que esté muy cansada, y mañana no hará mucho esfuerzo físico. Por lo que cojo papel, boli y un poco de inpiración para comenzar a escribir la carta. Al acabar, la doblo, la meto en un sobre y se la entrego a un avox, el cual sigue mis indicaciones y baja a la planta número 3 para dejársela encima de la cama a Lauren.
La cité a medianoche. Espero ser puntual. No. Voy a ser puntual.
Junto, en una especie de cesta, todas las cosas que serán necesarias.

1°Una manta que parece un mantel.
Hecho.
2°Una botella de vino.
Hecho.
3°Dos copas.
Hecho.

Me quedo pensando un rato en que más podría añadir a la cesta, ya que me parece poca cosa. Nada de comida, porque a esas horas nadie tiene hambre. La comida del Capitolio llena demasiado. Comienzo a morderme las uñas hasta que se me ocurre una idea.
Saco de debajo de la cama la maleta, la abro y rebusco entre las cosas que aún, despues de casi una semana no he sacado, hasta que lo encuentro.
Un precioso colgante del cual cualga una piedra preciosa. Era de mi madre. Siempre lo llevo conmigo, pero quiero dárselo a Lauren para que así sepa que hay alguien esperándola en casa, y luche por su vida en la arena.
Cojo la caja en la que venía el colgante y lo vuelvo a guardar con sumo cuidado. Me lo meto en el bolsillo de la chaqueta y miro el reloj. Las 11:30.
Me siento en la cama y de repente se me ocurre una idea fantástica. Bajo corriendo a la planta número 3. Me abre la puerta Beetee, a quien cojo por el brazo y lo saco fuera.

-Beetee, ¿podrías hacerme un gran favor?- digo mientras jadeo un poco por bajar todas las escaleras corriendo.

-¿Qué es lo que quieres ahora Odair?- le enseño el colgante.- Oh, es precioso, ¿de dónde lo has sacado?- me lo quita de las manos y se para a mirarlo con gran detalle.

-Era de mi madre, pero ahora quiero que sea de Lauren- Beetee me mira.

-Finnick, sé desde principios de semana que os traeis algo entre manos, creo que Lauren tiene muchas posibilidades de ganar, pero nunca se sabe.- me mira con unos ojos neutros, se sube las gafas con ayuda del dedo índice y continúa hablando- Pero, a pesar de todo, ¿para que me necesitas?

-Ah si- cojo el colgante- ¿podrías hacer que la piedra brille? Es decir, meterle una luz como las que llevaba en el vestido o algo- digo llego de esperanzas. Beetee coje de nuevo el collar y examina la piedra.

-Hm... no estoy seguro de si podré perforar la piedra, pero algo haré-doy gracias al cielo de que Beetee exista-si quieres vamos ahora abajo y miramos que podemos hacer.

-¡Claro!¡Vamos!- digo emocionado tirando de él.

Cuando acabamos el reloj marca las 11:52. Mejor voy subiendo ya y preparo todo.
Y así hago, subo en el ascensor, el cual en menos de 2 minutos ya está en la cima del edificio. Abro las puertas que llevan a la azotea y comienzo a preparar el "picnic" en el sitio donde siempre nos quedamos dormidos.
Extiendo la manta poniéndo en un extremo la cesta para que no se arrugue, saco la botella de vino, la cual se mantiene fría y las dos copas. Todavía no lo sirvo. Miro mi reloj de pulsera que me puse antes de salir de mi habitación y veo que son las 11:57. En fin, me dedico a mirar las estrellas mientras espero a Lauren. Me estoy imaginando que habrá hecho en su evaluación, cuando escucho como la puerta se abre, desvelando a una hermosa figura.
Me levanto para ir a saludarla.