"Nunca me había dado cuenta de lo preciosos que son los ojos café hasta que me enamoré de Kim Taehyung.
Como todos, solía pensar que los ojos azules eran bellísimos, la cúspide de la belleza en una persona, y me imaginaba qué tan afortunado sería de estar enamorado de una persona cuyos ojos imitasen el océano a la perfección. Pensaba que los ojos verdes eran impactantes, tan raros y misteriosos, tan vibrantes y vívidos, y que cómo sería perderse entre un pastizal verde de miradas. Imaginaba como el más grande sueño conocer a alguien con los ojos violeta, rojos, grises, de algún color extraño, y juraba por mi existencia de que jamás sería capaz de olvidar un color así, que hasta en sueños me perseguiría.
Pero luego me enamoré de Kim Taehyung, y de los ojos marrones común que tiene.
En todo lo que pienso es en cómo siempre quiero nadar en sus hermosos ojos marrones en cada momento del día. No quiero que me vean un par de brillantes ojos esmeralda por la mañana cuando despierto, quiero un par de ojos marrones, del color del café que me gusta tomar durante el día, un par de ojos café cálidos y llenos de hogar, como lo son los suyos.
¿Quién necesita ojos distintos, de igual manera? Sus ojos pueden ser perfectamente azules cuando reflejan el mar o el cielo en verano, aunque a veces brillan verdes primavera, y también llegan a ser amarillos como una cerveza que se toma a escondidas. Sus ojos pueden ser violeta cuando mira al cielo, pueden ser grises tormenta, y hasta los he visto ser negros como la oscuridad de su habitación.
Los ojos de Taehyung pueden llegar a ser del color que sea, y él seguirá, día tras día, pidiendo deseos por cada pestaña que se le cae.
Que los jodan, afortunada gente con los ojos extraños, porque los suyos jamás serán tan sinceros y acogedores como los de Kim Taehyung."
Del día en que Taehyung
quiso cambiar el color de sus irises.
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Del Cuaderno De Jungkook {EN HIATUS/REEDICIÓN}
Fanfiction«Hace tres años, seis horas, quince minutos y un segundo y medio, fui a tu salón y te dije: "Sostén mi amor y mi abrigo, que en unos minutos vuelvo por ellos" Ahora es tu deber quererme, porque no has de negar, que hace tres años, seis horas y trein...