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Hansol buscaba por todas partes alguna florería que tuviese violetas pero lastimosamente no las encontró en ningún lado. Al  parecer hoy no podría sorprender a su novio.

Caminó hasta un pequeño local en donde vendían narcisos, sabía que eran flores completamente diferentes a lo que él buscaba, pero tampoco quería llegar con las manos vacías.

—Creo que le gustarán.

Salió de la tienda con un hermoso ramo de narcisos completamente amarillos, durante el camino hasta la casa de su novio trató a su regalo con extrema delicadeza, procurando que ningún pétalo se  cayera.

Cuando estaba a pocas cuadras de su destino se encontró con la que era su antigua novia, la cual estaba rodeada de su grupo de falsas amigas.

—Vaya.. Hansol-ssi~ ¿Esas flores son para mí?.

—Sí, pero estas no.—Señaló aquella hierba que salía por el cemento.—Esas son para ti.

—...Hansol, ¿Hasta cuándo durará nuestro "tiempo"? ¿Acaso no volveremos?.

—Sabes que estoy con Seungkwan ahora, le quiero y demasiado.

—Sabes que eso es mentira, escucha, lamento haber tenido una aventura con tu mejor amigo pero estábamos en este "descanso".

—Lo tuyo con Joshua es solamente de ustedes, yo no tengo nada que decir, ahora, permiso pero quiero ir a dejarle estas flores a mi novio.

Hansol se acercó caminando a el grupo de chicas con la cabeza en alto, pasando al lado de la persona que alguna vez pensó que sería el amor de su vida, a pesar del dolor que en su tiempo le causó no le deseó mal alguno porque gracias a eso pudo conocer a una persona sorprendente que con solo verlo puede sacarle más de una sonrisa.

Su ex-novia no podía tolerar que Hansol la hubiese cambiado por una persona que simplemente no era el tipo de nadie, sabía que tenía que hacer algo para tenerlo de nuevo, no se quedaría de brazos cruzados.

Cuando Hansol pasó al lado de ella, alcanzó a tomar con ambas manos el precioso ramo de flores, lo lanzó al suelo y lo machacó completamente debido a todas las pisadas que este recibió.

—¡¿Qué has hecho?! ¿Acaso te has vuelto loca?.

—Hansol-ssi, pronto entenderás que lo hago por tu bien.

El mayor se agachó frente a las marchitadas flores, casi todas fueron destrozadas, tomó con sus delgados dedos la única flor que estaba, si bien no en un estado perfecto, más presentable que las demás.











Cuando llegó a la casa de su novio tocó despacio la puerta, esperó unos momentos y su novio salió a recibirlo con una gran sonrisa, Hansol, un tanto apenado le extendió la pequeña flor que traía.

—Sé que no es mucho, que tú mereces más de lo que mis manos puedan sostener, pero humildemente te he traído esta flor que simboliza como mi amor por ti florece cada día. 

—¡Es preciosa!. Gracias.

—¿No me darás un beso?.

—Todos los que quieras.


Aigoo~ el capítulo me ha quedado un poquito más largo xd


Stultus FuisseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora