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Nuevamente aquellas palabras resonaban en su cabeza, aquella persona la cual había pensado compartir su vida a su lado lo había dejado. Ahora ya no volaban juntos, de hecho ni siquiera podían volar solos porque ambos se habían quebrado las alas.

Su vista era caliente, su aliento chocaba con la cerámica mientras que el agua recorría cada espacio de su piel, sus lágrimas se unían a las gotas que caían desde sus cabellos y lo que es peor, todavía tenía palabras para Seungkwan las cuales seguían atoradas en su garganta.

Pasó bajo la regadera por más de diez minutos, con un solo pensamiento en la cabeza.

"Ya no me ama"

¿Acaso él había hecho algo para que su persona favorita en el mundo, dejara de quererlo de un día para otro? ¿No le había demostrado correctamente lo que él sentía?. Suspiró levemente mientras que sus ojos observaban sus manos, con aquellas manos había tocado al ser más perfecto que haya existido  con sus labios, con sus delgados labios había sido capaz de probar el mismísimo cielo y con su corazón, con su ahora, quebrado, corazón, lo amó y lo seguirá amando aunque eso se convierta en un pecado. 

—Seungkwan.



El próximo capítulo es el final

Stultus FuisseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora