She's not me. [STEREK, editando]

19.

❛ If I called would you listen? Would you hang up the phone? ❜

Stiles y Derek después de eso no volvieron a hablar. 

El moreno lo había llamado más de diez veces, pero el menor no le respondía, sólo colgaba el teléfono. 

El chico lleno de lunares estaba que la culpa se lo comía por dentro. ¡Había engañado a Lydia!

Sí, sí, vale. Él no estaba enamorado de Lyds, pero estaba en una relación con ella. Y le fue infiel. Aunque si a la pelirroja no le importara, que es lo más probable, le fue infiel. Y eso era lo que menos le gustaba a Stiles.

—¿Y qué vas a hacer ahora? —le preguntó Scott a su mejor amigo. Él lo sabía todo ya que Stilinski se lo había contado, como siempre hacía.

—Se lo voy a decir —manifestó con determinación. 

—¿Y luego...? —dejó al aire la pregunta McCall para que el otro chico la terminara.

—Y luego le termino. —suspiró pesadamente —quiero muchísimo a Lyds, pero no de esa manera. Se merece a alguien que la quiera, es una chica maravillosa. 

—Pues vete, aquí estaré —le guiñó un ojo Scott a Stiles para darle confianza. 

Con el valor acumulado, el castaño caminó a pasos firme hacia la pelirroja. 

—Lydia, tenemos que hablar —articuló decido.

—Sí, claro, dime. 

—Te engañé con Derek, lo besé. Bueno, él me besó pero yo le seguí el beso. —dijo rápido y directo. Lydia procesó las palabras, y en su boca se formó una gran O. —lo siento... yo...

—¡Perfecto! —chilló Martin —¡lo sabía, lo sabía, lo sabía! —saltó y aplaudió, luego hizo un pequeño baile de felicidad. 

—¿Qué? —Stiles estaba muy confundido. 

—Sabía que él te gustaba, Sti. —le guiñó un ojo. —así que ve por él. —le aconsejó amablemente. 

—¿Así que amigos? —ofreció el castaño abriendo los brazos para que Lydia lo abrace. 

—Amigos —confirmó y lo abrazó con gusto.

—Gracias Lyds, eres una persona maravillosa y muy especial —le dijo el castaño de ojos whisky, sincero y sobandole el sedoso cabello.

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Stiles, alegre, fue hacia Derek, quién a su vez se encontraba triste. Pensaba que lo había arruinado todo. 

—¡Hey! —saludó alegre Stilinski. 

—Hola... —le saludó Hale sin ánimos.

—Terminé con Lydia, y quedamos como amigos. —dijo el castaño yendo directo al grano.

Derek al escuchar esa noticia, se sorprendió. Abrió los ojos como platos, y sintió cierto alivio y satisfacción en su ser. 

—Eso no cambiará gran cosa —expresó con algo de tristeza. 

—¿Qué? 

—Pues, no podemos ser pareja, Stiles. Volveríamos a lo mismo... los mismos problemas, peleas, malentendidos, llantos y todo eso. Y no quiero volver a herirte —explicó dolido. No quería lastimar otra vez al chico con su relación incomprendida y para nada armoniosa. 

Hale escaneó la cara del menor, enamorado, dolido y encantado por su bello rostro, y en ella estaban mezcladas diferentes emociones: confusión, sorpresa, decepción pero sobretodo dolor.

Stiles, querido Stiles, lo siento, pero no quiero dañarte.