039; |Narrado|

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Kimberly POV.

Todo el fin de semana me la pase en el departamento de Matt, follamos en cada rincón de este.

Domingo por la noche, era la última noche con mi nene. Ya mañana él me dejaría en la universidad antes de irse a su trabajo.

Estaba viendo una película, la cual ya había terminado. Me voltie para ver a mi Daddy y este estaba en bóxer, como es que no me di cuenta.

--¿Quieres jugar? nena.--preguntó viéndome a los ojos.

--¿A que nene?--sabia que algo planeaba y eso me excito.

--Mira lo que tengo.--saco unos dados de no se donde.

--¿Jugar a los dados?--no se pero me decepciono.

--Fíjate bien gatita.--se los quite de la mano para verlos.

--¿Es enserio, nene?

--Si, gatita los compre pensando en ti.--dijo mientras besaba mi cuello.

--Juguemos nene.

--Si, pero te estorba algo de ropa.

--Eres un tramposo.--le robe un beso.

--Si, lanza tu primero nena.

Me quite mi ropa y solo quede en ropa interior.

Lance los "dados eróticos" y me salió besar ojos, me acerque a Matt y los bese los ojos despacio. Le tocó el turno de lanzarlos y salio tocar pechos, rápidamente sentí sus manos en mis pechos, los masajeaba lentamente, yo solo disfrutaba de sus caricias. Quitó mi sujetador y siguió acariciandome, solte un gemido cuando tomo uno de mis pezones. Después de unos segundos quito sus manos de mis pechos.

Me toco lanzar y me toco chupar cuello. Tome asiento en sus piernas y dirigí mi boca a si apetecible cuello.

Comencé a chuparlo y saborearlo, su cuello era muy delicioso. Mientras seguía con su cuello, sentí como su amigo despertaba.

Entonces decidí mandar el juego a la mierda, yo lo quería y necesitaba dentro de mi. Pase mis labios de su cuello a sus labios y me abalancé de adelante hacia atrás, provocando que ambos soltáramos gemidos.

--Pero y ¿él juego?--pregunto cuando terminamos el beso.

--A la mierda él juego.--dije, y le devore la boca de nuevo.

Sin decir algo más él me cargo y me llevaba a su recámara, pero cuando iba subiendo las escaleras, no se con que se tropezó. Me sostuvo fuertemente para no caer en las escaleras pero fue inútil. Matt se giro para que él callera en las escaleras y yo encima de él.

Nos seguimos besando en las escaleras, no me importaba si teníamos sexo en las escaleras. Le baje el rápido bóxer y su pene salio disparado y me pego en la mano.

Con la mano tome su pene y empece a jugar con él, mientras me dedicaba con su pene, Matt me había quitado salvajemente mis bragas, rompiéndolas.

Matt se sentó en un escalón y yo me senté en uno de sus muslos y seguí con mis movimientos de arriba hacia abajo con su pene. Me comencé a frotar en su muslo, ambos comenzamos a gemir. Las gotas de sudor no tardaron en salir. Con mi mano acelere los movimientos al mismo tiempo que me frotaba con más fuerza en su muslo. Creo que ya lo tenía empapado con mis fluidos pero no me importo.

Era tan excitante; los dos sudados, jadeando y a punto de hacerlo en las escaleras porque no nos queríamos mover de allí.

No aguante más y me corrí en su muslo y Matt en mi mano. Su semen se sentía caliente, no me resistí y me chupe la mano, mientras que él me miraba.

Cambiamos de posición, ahora yo estaba sentada en él escalón y él estaba encima mío besándome.

Con mis manos, acariciaba su cuerpo entero, me encantaba él contacto de su piel con la mía.

Sin previo aviso me abrió las piernas y me penetró duro, solté un fuerte grito. El siguió penetrandome duro y rápido, como a mi me gustaba.

No se cuanto tiempo estuvimos en la misma posición, pero después de un rato sentí como se venia en mi interior y después de unos segundos me corrí.

Nos abrazamos y después de que nuestras respiraciones se tranquilizan nos fuimos a descansar.

Había sido un fin de semana lleno de adrenalina, sexo y mucho sexo.






Ig Mayores; Adrián Di Monte y Josephine Skriver. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora