Prólogo

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El verano acababa de llegar a la ciudad Domino, todos los adolescentes y niños se llenaban de felicidad por las tan esperadas vacaciones, por las calles se encontraba un grupo de amigos que no decidía que hacer para los días libres que tendrían, sin embargo uno de ellos, específicamente el más pequeño, se veía distante de aquella conversación y no paso mucho tiempo hasta que el resto de sus compañeros se dieran cuenta de ello, por lo que uno de ellos habló:

  - oye Yugi pasa algo? -le cuestionó.

  - amm...no, no pasa nada Joey.

  - vamos Yugi, no es normal que te quedes tan callado, algo debe ocurrirte-lo interrumpio Tea esta vez mostrando un poco de preocupación.

  - asi es pequeño, solo cuentanos que ocurre-se unio Tristan a la conversación.

  - de acuerdo, veran chicos, mi abuelito esta comenzando a sentirse un poco más debil y no sé como podría ayudarlo, estoy preocupándome mucho de su salud-lanzo un suspiro Yugi al terminar de contar su motivo de silencio.

  - oh ya veo, no te preocupes amigo, todos sabemos que tu abuelo es muy fuerte, de seguro estará mucho mejor en cuestión de tiempo-intentó animarlo Joey.

  - pero Yugi, si tu abuelo esta mal porque no va al doctor?-cuestionó Tea.

  - traté de animarlo a ir, pero mi abuelito se pone muy terco cuando toco ese tema.

  - me pregunto si Yugi heredará el carácter de su abuelo cuando sea mayor-Tristan lanzó un comentario al aire haciendo que todos los presentes comenzaran a pensar sobre el futuro del chico. No paso mucho hasta que comenzaron a reirse.

  - jaja, no creo que Yugi aguante a tantos clientes como el abuelo-opinó Tea.

  - si, apuesto a que kaiba seguirá retándolo, pero en vez de estar en una arena de duelo estarán en un asilo jaja- comentó Joey para luego sufrir un ataque de risa y ser acompañado por Tea y Tristan.

  Todos no paraban de reir, excepto un niño algo enojado por el comentario de su amigo.

  - vamos Joey eso no es gracioso- le reprochó el chico rubio.

  - si no es tan gracioso Yugi...entonces PORQUE NO PUEDO PARAR DE REIR JAJAJAJA- estalló en carcajadas aún mas fuertes comenzando a sujetar su estómago y empezando a lagrimear.

  - hablo en serio-alzó la voz el pequeño, pero al no obtener respuesta se molestó, cosa que le duró poco pues al escuchar las risas de sus amigos se fue contagiando de estas, todos los amigos reían hasta que se detuvieron por el dolor de estómago que comenzaba a darles.

  - jaja no puedo creer cuanto reí- declaró Joey limpiandose las pequeñas lágrimas que salían de sus ojos, producidas por su ataque de risa.

  - si jaja sin duda me duele el estómago-lo acompaño su otro amigo castaño.

  - bueno Yugi, sé que tu abuelo se pondrá mejor, asi que anímalo de mi parte de acuerdo?-la chica se dirigio al anunciado.

  - claro que si, gracias Tea y gracias chicos, me hicieron reir bastante.

  - no hay problema amiguito.

El grupo de chicos siguió con su camino hasta llegar a una esquina donde todos se despidieron y tomaron caminos diferentes, el más joven fue en línea recta, solo le faltaban 2 cuadras para llegar a su casa, sin embargo escucho un extraño sonido detrás de él, al girarse vio que se trataba de una chica rubia con un poco de dificultad al mover su maleta, el joven se percató de esto y fue a ayudarla.

  - hola, necesitas ayuda? -le pregunto a la muchacha -parece que estas algo cansada.

  - hola, muchas gracias, pero no quisiera molestarte- le respondio la chica.

  - no te preocupes no es molestia- respondio el rubio empezando a cargar la maleta - dime, a donde te dirijes?

  - veras estoy buscando algun hotel o un departamento para quedarme.

  - no creo que encuentres uno por aqui, el más cercano esta a kilómetros.

  - rayos que mal, creo que no me guío bien en esta ciudad.

  - no te preocupes, mi casa esta cerca, si gustas puedes usar el teléfono y descanzar un poco.

  - claro me encantaría, no sabes cuanto te lo agradesco- le respondio.

  - a propósito, me llamo Yugi tu como te llamas?

  - oh lo siento no me presenté, soy Anya.

  - que bonito nombre.

  - gracias.

  - aqui esta, ya llegamos- dijo el pequeño al entrar en la tienda de su abuelo seguido por la chica -abuelito ya llegué.

  - hola hijo como te fue? - le grito el mencionado mientras acomodaba unas cosas.

  - muy bien, te quiero presentar a Anya, podría usar el teléfono y quedarse un momento por favor?

  - como dices Yugi? -el señor moto se giro y vio a la chica de la que su nieto hablaba.

  - oh vaya trajiste visitas hijo, porfavor señorita sientase como en su casa.

  - es muy amable de su parte señor Moto, pero no quiero abusar de su hospitalidad.

  - no es ningún abuso muchacha, por favor pasa- se hizo a un lado y la guió hasta la sala seguido de Yugi.

  -toma asiento por favor, Yugi ve a traerle un té a nuestra invitada.

  - claro abuelito, ahora regreso-se marcho a la cocina dejando al abuelo y Anya solos.

  - dime Anya de donde eres?

  - soy de Rusia.

  - vaya y que te trae por aqui?

  - este era el lugar en el que nacieron mis padres, me contaron mucho de la ciudad y creo que me animé a conocer un poco de lo que ellos vivieron.

  - ya veo y donde se encuentran tus padres? Imagino que deben estar preocupados por saber donde estas.

  - yo...no lo creo, ellos murieron hace 1 año.

  - oh lo lamento, no era mi...

  - no se preocupe señor, aprendi a superarlo.

  - aqui esta tu té Anya -interrumpio Yugi alcanzandole una taza a la invitada.

  - muchas gracias Yugi.

  - a propósito Anya, cuanto tiempo piensas quedarte en la ciudad? -comentó el abuelo.

  - pues...aún no lo sé, creo que todo depende de que tan rápido encuentre un lugar.

  - hmm tengo una idea, hay una habitación libre en la casa, podrias quedarte ahí y ser nuestra nueva inquilina- habló el joven rubio.

  - bien pensado hijo, bien Anya, que dices?

  Continuará...

No Todo Se Trata De Las Cartas Kaiba (Yu-gi-oh)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora