should I stay or should I go? - steve harrington

| two, stay |

MESES DESPUÉS

Darling sonrió mientras se subía a su auto, y encendía la radio.

— ¿Qué quieres escuchar de camino, Darl? — la castaña brinco del susto al escuchar la voz de su amiga Cry en el asiento de copiloto.

— ¡¿Cómo carajos llegaste allí?! — Cry soltó una carcajada mientras sacaba unas llaves de el bolsillo de su sudadera —, ¡¿le sacaste una copia a la llave de mi auto?! ¡¿Y de mi casa?!

— Soy tu mejor amiga, tengo que entrar y salir a todo lo tuyo cuando quiera. Y tú también, por esoooo — Cry le entregó otras llaves a Darling, la última frunció el ceño —, ten, de mi casa, sótano y garage.

Darling suspiro y poso sus manos en el volante del auto, recargó su cabeza en este y suspiro.

— Entonces... — retomó la conversación Cry, mientras se ponía el cinturón de seguridad —... ¿qué quieres poner de camino a la escuela?

Darling suspiro, y arrancó el coche.

— Highway to Hell — dijo la chica. Cry soltó una risita, estiró su mano hacia la parte trasera del Camaro, y sacó una cinta de la santas que tenía Darling atrás.

La castaña movió el coche mientras su amiga ponía la cinta en la radio, la guitarra de AC/DC sonó de inmediato, y Cry subió todo el volumen, mientras Darling aceleraba.

[...]

Darling aparco enfrente de la preparatoria Hawkins, apagando la canción de AC/DC, que estaba apunto de acabar; y junto a Cry bajo del coche con su mochila llena de libros.

— Te puedo apostar un pudín a que van a querer inscribirnos al club de música — Darling rio al escuchar a Cry asumir eso.

— No sabemos Cry, a lo mejor hay mejores cantantes que nosotras ya — Cry se encogió de hombros y camino codo a codo con su amiga castaña.

Todos en el estacionamiento las vieron con asombro cuando entraron, ya que todos en Hawkins las conocían como las "hermanas JH", aunque no fueran hermanas biológicas.

Las dos chicas habían sido cantantes del coro de la secundaria Hawkins por demasiado tiempo, tanto así que les ofrecieron a ambas una beca musical en Londres, a donde fueron a parar por cinco años.

Antes de entrar a la escuela, Darling volteó un poco la cabeza, observando a todos los demás con sus miradas posadas en ellas.

Y de manera sincera, Darling sonrió.

[...]

— ¿Sabes qué? Tenemos que ir a esa fiesta de Halloween — dijo Cry, estampándole el papel color naranja calabaza en el hombro a Darling —, abra más acción... chicos... diversión...

— Hablando de chicos... ¿qué hay de Johnathan? — Cry abrió los ojos como platos al escuchar el nombre del susodicho en los labios de su mejor amiga —, se traen ondas desde hace mucho.

— Si, pero él ya se enamoró de Nancy, y Steve de Nancy, y Nancy de Jonathan... o al menos eso creo — dijo confundida Cry —, ¡bueno! El caso es que yo ya no figuro en ese trío amoroso. Solo tú.

— No, yo no... — de repente alguien cerró el casillero de Darling con fuerza, haciendo que esta brincara de la sorpresa —... ¿qué carajo...?

— Hola — una voz masculina y nueva para las chicas se presentó a su lado. Cry se recargó en los casilleros para ver el drama que se venía —, soy Billy... ¿y ustedes, preciosas?

Darling rodó los ojos mientras Cry miraba juguetonamente al chico "rudo".

— Mi nombre es Nuncanos y el de ella es Vasatener, así que ya sabes, Nuncanosvasatener, sin celular, dirección o familia — el chico se quedó boca abierto. Apretó la mandíbula y vio como Cry se daba la vuelta para seguir a su amiga.

Darling camino desinteresadamente por el pasillo, con la mirada de Billy Hargrove aún en ella.

Sacó una cajetilla de cigarros y salió de la escuela seguida de Cry, que sacó un encendedor de su bolsillo trasero del pantalón.

Ambas salieron a fumar, dándole grandes caladas a sus cigarrillos. Las clases habían terminado, y seguramente todos se encontraban saliendo con sus amigos o parejas de la escuela preparándose para la noche de Halloween.

— ¿Vas a salir a pedir Dulce o Truco con Dustin? — Darling se encogió d e hombros ante la pregunta de su amiga —, bueno, entonces prepara tu disfraz para ir a la fiesta de la que te hable.

— Okay — dijo Darling, dándole otra calada a su cigarrillo —, Cry... creo que debería de irme.

— Qué — dijo estupefacta la pelirroja —, no, la promesa que le hiciste a Steve... tú... tú dijiste que ibas a quedarte aquí por él y por lo demás, y que nunca más te ibas a ir.

— Pero... ¿en realidad vale la pena?

— No va a valer la pena si no te arriesgas.

Darling miró a su amiga atentamente. Le dio una última fumada a su cigarro, y lo tiro al piso, para después tirarlo al piso y mirar más allá de su amiga.

Mirar al auto de Steve, en donde esté la miraba fijamente mientras Nancy el hablaba de algo sin darse cuenta de la falta de atención.

— Está bien me quedaré... y en la fiesta te daré mi decisión definitiva.

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