| seven. kisses |

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Todavía no la escuchen, je.

Darling miró afuera, por una de las ventanas del bus, esperando que un dichoso demodog saliera de entre tanta niebla.

Sinceramente, si, tenía miedo; y mucho después de haber escuchado la historia de hace un año.

Soltó un suspiro, y humo salió de su boca, llamando la atención de Steve, sentado al lado de ella.

Soltó un suspiro, y humo salió de su boca, llamando la atención de Steve, sentado al lado de ella

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El susodicho alzó la cabeza, y le guiñó el ojo de manera sencilla. Darling frunció el ceño, pero antes de que pudiera hablar, Dustin se metió.

— ¡¿Por qué le estás guiñando el ojo a mi hermana, Steve?! — Darling soltó una risa, mientras que el chicos se sonrojaba y miraba al suelo avergonzado.

Dustin bufo y se fue, pegándole a la escalera que daba hacía el techo del bus, en donde Max y Lucas se encontraban vigilando.

De repente, un grito de Lucas hizo que Steve se incorporara y que Dustin dejara de pegarle a las cosas, enfadado porque Max no se había fijado en él específicamente.

— ¿Ya están aquí? — preguntó Steve. Max asintió temerosa, y entonces, se escuchó como los demodogs como que aullaban —, mierda. No quieren ir a la mortadella.

— Pásame el bat, Dustin — el niño le dio el bat con clavos a su hermana, y está, decidida y sonriente, se puso enfrente de la puerta del bus —, se cansaron de mortadella, quieren carne de verdad. Ahora... necesito inspirarme.

Steve suspiro, tomó a Darling del brazo y la miró directo a los ojos.

— Que sepas que esto es una completa mentira. Amo a Nancy, y luchare por ella no importa quien o que se interponga en mi camino.

— Eso si es poco creíble.

— Cállate — Steve tomó a Darling de las mejillas, y unió sus labios en un corto e inspirador beso.

Darling se separó de él y lo miró de forma rara.

— ¡Con inspiración me refería a una canción idiota! — Steve bajo la mirada un poco avergonzado —, y para que sepas, no me importa si amas o no a Nancy, porque ella claramente...

— No.

Darling bufo, y con una mueca de disgusto, dijo:

— Con que sepas que yo si te ame, con eso, puedo morir en paz — y así, Darling salió del bus, pateando la puerta triunfante y con el bat en mano.

Steve se asomó, viendo a la castaña acercarse lentamente al centro de la carne, que se encontraba intacta.

— Ven, demodog, no te haré daño... solo... — el walkie-talkie que traía en su cinturón sonó de repente, y la voz de Lucas se escuchó del otro lado.

— ¡A tus espaldas, Darling! ¡Son más de uno!

Darling se dio la vuelta rápidamente, y pudo contemplar a más de tres demodogs a su alrededor.

should I stay or should I go? - steve harringtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora