Nadie merece vivir siendo constantemente juzgado, siendo tratado por adefesio solo por amar a alguien de su mismo género; vivir ocultando quién es en realidad por miedo a ser excluido.
¿Qué culpa tienen aquellos que aman? Eso no los define como personas.
No entiendo a aquellos que temen a lo diferente y lo excusan con la palabra de Dios. ¿Acaso no dijo él que amen a su prójimo tal como lo hizo su hijo?
¿Cómo no temer a decir la verdad? Si a los gays, lesbianas, bisexuales, a todos los llamados "diferentes" son vistos como la escoria de esta sociedad y a los que los defienden los toman como tales.