Por qué dejaste que las cosas llegaran a más? Sabíamos que nos lastimaríamos, aun así seguíamos intentándolo, tú volvías a mi vida con la excusa de necesitarme, yo te dejaba entrar otra vez, dejé que me hicieras daño porque te amaba. Y cómo no amarte si hacías que me ame? Te espero de la forma en que el ser humano espera respuestas a su existencia, desesperado, ansioso pero en el fondo sabiendo que nunca las tendrá, en el fondo, sabiendo que en realidad nunca me amarás.