Está bien si no te queda más que ofrecerme. Sólo te pido que hagas el intento de amarme y juro entregarte mi tiempo, juro escribir poemas hasta que mis dedos duelan y sangren, pero ante todo, juro amarte aún después de que la muerte nos separé y si hay una vida después de esta, juro encontrarte mil veces más y hacer el intento de enamorarte una y otra vez.