Coleccionando Atardeceres {Larry Stylinson} [Terminada]

Día 2

10.30 am 

-¿Dónde estoy?

Abrí los ojos y vi un techo blanco que sabía que no era de mi departamento. No escuchaba los bocinazos que me decían que debía ir a trabajar y ella no estaba junto a mí.

-Tranquilo, estás bien, solo...

Miré en dirección a la cocina y vi a Harry sentado en el sillón con una taza en sus manos.

-¿Qué haces aquí?

-Estuve cuidando de ti y se hizo tarde, no estaba seguro si ibas a estar bien, así que...

-¿Por qué no iba a estarlo?

Me senté mejor en la cama y noté que dormía con una camiseta blanca y ropa interior.

Lo miré y él también se había cambiado de ropa.

Qué. Mierda. Había. Pasado. Anoche.

Cada palabra se asomaba en mi cerebro después de la otra.

¿Habíamos tenido sexo?

Dios, como mierda le preguntaba a alguien que conocía hace tan poco si había dormido con él.

-Yo, Ahm...

Me volví a acomodar en la cama y traté de poner mis ideas en orden, cronológicamente de lo que me acordaba y lo que no, pero habían muchos vacíos de cosas de las que realmente no recordaba nada. Por ejemplo como llegamos aquí.

-¿Quieres comer algo? El desayuno termina en media hora.

Comenzó a acercarse a mí y se sentó en la esquina de la cama.

-Necesito un minuto para...

-Si, tranquilo-asintió-pero creo que necesitas comer primero.

Me levanté de la cama y caminé hasta el baño, cerré la puerta y traté de ordenar mis ideas ahora que estaba solo.

Fueron diez minutos los que me tomó ducharme, pero nada vino a mí, así que salí para vestirme y Harry aún estaba en la habitación.

¿Por qué mierda no se iba y me dejaba solo? Caminé en silencio viendo como él me seguía con la mirada, revisando mi maleta y eligiendo algo de ropa, así que cuando salí la segunda vez del baño ya estaba listo para ir a desayunar.

-¿Vamos?

-Sí, déjame llevar mis cosas, necesito sacar dinero y...

-Ugh.

Escuché ese ruido y me detuve para mirarlo extrañado.

-¿No tienes que llamar a Justin primero?

-¿Cómo sabes sobre él?

-Ayer en el bar...-dudó-bueno, ellos dijeron que tu tarjeta estaba cancelada y yo creí que...

-¡¿Qué mi tarjeta que?!

Le grité y vi cómo se asustó por mi reacción, así que tuve que calmarme antes de que me comenzara un ataque de ansiedad.

Empecé a caminar por la habitación intentando respirar de una manera que me calmara, pero no podía. Ya sentía como mis piernas temblaban, al igual que mis manos cuando abrí el cajón de la mesita de noche, mi maleta y revisaba toda mi ropa.

-¿Necesitas algo? Puedo...

-¡Mi celular!

Le grité mientras mantenía la vista en el suelo. Estaba perdiendo el control y no era capaz de mirar a Harry a la cara si estaba en ese estado. Me avergonzaba un poco no tener el control sobre mí cuando me venían los ataques de ansiedad.