Día 7

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01.34 pm 

-¿Quieres conducir?

-¿Qué?

Le pregunté incrédulo aun estando en el suelo, mientras me terminaba de poner las zapatillas.

-Estoy cansado y...sé que es no es lejos, así que me arriesgo a que tu conduzcas.

Me levanté del piso-que estaba hirviendo por el calor que hacía- y me apoyé en la motocicleta, viendo como él me estiraba las llaves. Al parecer no estaba bromeando.

-Estas...estás loco-le dije con una sonrisa-no lo haré.

-¿Sabes conducir? ¿Tienes licencia?

-Sí, pero...

-Es lo mismo que conducir un auto-asintió-bueno, quizás hay algunas cosas que cambian, pero...

-Harry, no voy a hacerlo.

Me miró con ojos tristes, quizás pensando que iba a funcionar conmigo, pero no movió ni una fibra de mi cuerpo.

-En Estados Unidos-comencé a decir-cuando obtienes tu licencia conduje los primeros años, hasta que me fui a estudiar a la universidad. Cuando volví mi papá me había contratado un chofer, al principio fue una molestia y sentía que era una pérdida de dinero, pero luego entendí que cuando vas de un lugar a otro y no estas preocupado de conducir, puedes trabajar, así que...

-Así que...

-No he conducido en años. Muchos, muchos años.

-Otra razón para...

-¡Dios!

Solo salió esa palabra de mi boca al notar que después de mi vergonzosa confesión el insistía en que yo condujera hasta el hotel, pero después de notar que no iba a ceder, me puso el casco, se puso el suyo y volvimos a la pizzería que está a unas calles del hotel. Pidió la misma pizza que la vez anterior y nos sentamos en la acera a almorzar.

-Me gusta esto.

Le dije cuando había terminado la mitad de la pizza y a él le quedaba una rebanada aun.

-Me gusta estar así de relajado. Me gusta comer pizza en la calle. Me gusta no saber qué va a pasar mañana y...me gustas tú.

Lo miré por dos segundos y tuve que bajar la vista, porque intenté que sonara como que no era la gran cosa, pero no quería que el rojo de mis mejillas me delatara.

Harry quedó completamente congelado cuando escuchó lo que había dicho, pero dejó la pizza de lado y me dio un beso rápido, ya que aún tenía comida en la boca.

-¿De dónde vino eso?

Me preguntó después de que terminara de masticar.

-¿No es la gran cosa o sí? Ya lo habíamos discutido y...

-¡Pero tú no dijiste nada!

Me interrumpió con una sonrisa. Estaba demasiado feliz, como si hubiese ganado el mejor premio y yo intentaba mantener todo tranquilo.

-No es la gran cosa...tu dijiste que no era la gran cosa ¿recuerdas?

Estaba con una sonrisa nerviosa, pensando que yo era el que estaba aclarando que estaba pasando entre nosotros. Algo que realmente no quería hacer ni pensar por ahora.

-Para mí no lo es, pero tú...tú eres diferente.

-No-lo interrumpí-iguales, somos iguales. No es la gran cosa.

Coleccionando Atardeceres {Larry Stylinson} [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora