Día 5

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23.42 pm

-Louis...

Una voz muy suave me intentaba despertar, pero quería ignorarla, porque me había girado en la cama y me dolió hasta el pelo. Me sentía como si hubiese corrido una maratón.

Me dio un beso en el hombro desnudo y sentí sus dedos recorrer mi columna, para detenerse justo en mi cadera y volver a subir.

Abrí los ojos un poco y vi que la luz de la mesita de noche estaba encendida.

-¿Qué hora es?

Le pregunté con voz ronca y él se vio feliz al saber que había despertado.

-Nos quedamos dormidos. Es casi media noche.

Fruncí el ceño al escuchar la hora y no podía creer que las últimas veinticuatro horas lo único que hice fue dormir, comer y tener sexo.

No es que me quejara, pero era un poco impresionante contrastado en cómo estaba mi vida hace una semana.

-¿Y la mucama?

-La cancelé. Te ves muy adorable cuando duermes, así que no te pude despertar.

No respondí y me acomodé junto a él sintiendo como apoyaba su brazo de inmediato sobre mi hombro.

-Fracasamos como turistas.

Fue un comentario al aire y solo escuché su risa en respuesta, para luego besarme el cabello.

-¿Te puedo preguntar algo?

Le dije cuando aún estaba apoyado en pecho, pero él me acomodó en la cama y me pudo mirar de mejor manera.

-El día que nos conocimos...nosotros... ¿hicimos algo?

-¿De qué hablas?

-Si tuvimos sexo.

Se vio sorprendido por mi pregunta o quizás por el hecho que no recordara si me había acostado con alguien o no, por el estar lo suficientemente ebrio.

-Lamento decirle señor Tomlinson, que la primera vez que dormimos juntos ambos estábamos sobrios y con nuestros cinco sentidos funcionando.

Me quise esconder en su pecho, pero él se había puesto de un buen humor, así que me volví a acomodar en la almohada, viéndolo a los ojos directamente.

-Lo siento, es algo que...no estaba seguro y...yo...

-¿Te ha pasado antes?

Me interrumpió entre mis tartamudeos nerviosos y no supe que responder de inmediato.

-En la universidad hice muchas cosas de las cuales me arrepiento.

-¿Cómo cuáles? Estoy intrigado.

Se acomodó en la cama expectante a que le confesara algo.

-¿Te conté por qué Farah y yo terminamos en la universidad?

Frunció el ceño al escucharme, quizás al no entender de inmediato a donde iba esta historia, pero seguí hablando ya que no respondió nada.

-Nosotros...

-Tenían poco tiempo para verse ¿no?

-Bueno si-asentí lento-pero la razón por la que comenzamos a discutir más de lo normal fue porque mi compañero de cuarto era una chica. Bueno, no solo una chica, eral realmente sexy. Había mucha tensión entre ambos, no lo sé, yo sentía eso.

Sonreí al recordar esa etapa en la vida. Era todo tan fácil.

-Yo...Ahm...ya ni recuerdo su nombre, estudiaba algo con artes o algo así, pero nos hicimos muy amigos porque sus padres eran americanos, lo cual hacia enojar más aun a Farah, porque me pedía constantemente que ni la mirara, algo que era imposible si dormía literalmente al lado de ella.

Coleccionando Atardeceres {Larry Stylinson} [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora