Día 6

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9.44 am

-¿Quieres desayunar?

Aun estábamos acostados, después del sexo matutino. Estaba disfrutando ser la cuchara grande, mientras pasaba mi nariz por su espalda desnuda y él entrelazaba sus dedos con los míos encima de su vientre.

Le comencé a dar pequeños besos por la columna hasta llegar a su hombro, para verlo sonreír con los ojos cerrados.

Lo giré un poco y apoyó su espalda en la cama, para tomarme la nuca y darme un beso corto.

-Vamos a comer algo y salir por ahí. Quiero mostrarte un lugar.

Asentí entusiasmado por su propuesta, pero el que se levantara tan rápido de la cama que me dio un poco de pereza salir, pero me tomó en brazos haciéndome soltar una carcajada que inundó la habitación, para dejarme en el sillón sentado.

-¿Me puedo bañar aquí?

-Claro-le hice un gesto para que pasara.

Vi como caminó lento, para sacarse la ropa interior en la puerta del baño y unos escasos tres segundos pude ver su hermoso trasero con la luz del día.

Me volví a acostar en el sillón teniendo esa imagen en mi mente y después de unos minutos me di el ánimo y empecé a buscar ropa en mi maleta. Ya tenía la mitad de lo que había traído sucio y dudé si debía buscar una lavandería o solo guardar todo sucio y cuando vuelva lavarlo. Aun no me decidía cuando vi a Harry con una toalla en la cintura mientras se secaba el pelo con otra, para sacar su ropa limpia-que no tengo idea cuando trajo-desde la mesa y comenzar a vestirse sentado en la cama.

Él ya estaba listo y yo aún estaba sentado en el suelo, con la misma ropa interior del día anterior, así que elegí algo rápido y me cambie para salir a desayunar.

Pasamos por recepción riendo por algo que Harry dijo y la chica nos saludó feliz.

-¿Les comentó mi compañera sobre hoy?

-¿Qué cosa?

Harry me miró confundido pero yo negué al no saber muy bien de que hablaban.

-El hotel dará una fiesta en la piscina. Será algo pequeño, solo dimos trecientas invitaciones, pero como son huéspedes tienen pase libre.

Nos dio dos pulseras de un gris brillante y miré a Harry riendo, porque hace unas horas él me había arrancado las que ya tenía de días anteriores, pero sin reclamar me la puse en la muñeca izquierda y pasamos al comedor.

-¿Quieres ir?

Le pregunté mientras nos sentábamos en la mesa de siempre.

-Ahm...si, será entretenido. Y si nos cansamos podemos ir a la habitación.

Levantó sus cejas de forma coqueta y no pude evitar sonrojarme, así que fui a buscar el desayuno para ambos.

Saqué el bowl más grande de frutas que tenían para él, dos tazas de café y tres medias lunas. Fue complicado, pero logré llegar hasta la mesa.

Me tomó la mano mientras revisaba la comida y me besó los nudillos, para levantarse y sacar algo de yogurt y mezclarlo con la fruta.

-¿A dónde iremos hoy? ¿O es una sorpresa?

-No, claro que no.

Me respondió con el ceño fruncido, mientras dejaba unas cinco o seis fresas, así que se las robé y él sacó una de mis medias lunas.

-Cala Salada.

Me respondió después de comer la mitad y dejarla en mi plato.

-Finalmente iremos.

Coleccionando Atardeceres {Larry Stylinson} [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora