Quedan 15 minutos para cenar. Entro a la habitación y busco los apuntes de biología que me ha pedido una compañera. Mi pelo está más largo aún. Me llega a la mitad de la espalda. Definitivamente soy igual que las otras chicas, excepto porque no tengo pechos.
Salgo de la habitación y voy a la cafetería, donde está Susana sentada en una mesa.
-Hola -me dice.
-Hola. ¿Cómo estás?
-Bien. ¿Cómo llevas la vuelta al internado?
-Bien, aunque echo de menos usar pantalones... -bromeo, aunque en verdad es cierto.
-Tú tan masculina como siempre...
Sonrío tímidamente. ¿Sospechará algo? A lo mejor ha visto alguna vez mis partes íntimas.
Después de cenar volvemos a la habitación. Cojo el camisón y unas bragas limpias y entro al baño para ducharme. Me quito el jersey, el polo, la falda, las medias y las bragas. Entro en la bañera y abro el grifo. Tardo 15 minutos en ducharme porque tengo que lavarme mi melena. Cuando termino me seco con una toalla y me pongo el camisón. Salgo del baño. Susana está tumbada en la cama.
-¿Puedo hacerte una pregunta? -me dice.
-Claro -respondo desconcertado.
-¿Tú también odias este lugar?
Me quedo callado. No me esperaba esa pregunta.
-¿Por qué dices eso? -pregunto, extrañado.
-Porque esto parece una cárcel. Todo lleno de chicas, con uniformes... Solo falta que nos encierren en celdas y nos esposen cada vez que salimos. Si al menos hubiera algún chico en el internado...
No digo nada. ¿Debería confesar? Solo es mi compañera de habitación, a lo mejor no cambia nada...
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Chico en un internado femenino
عشوائيRubén se ha pasado de la raya. Su madre ha decidido meterlo en un internado. Para su sorpresa, descubre que su uniforme no es de pantalones, sino de falda. ¿Es que no había un internado para chicos o mixto? Por lo que parece, Rubén tendrá que ser un...