[ Perdición ] Fredoy.

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[ eT ovresbo otneta, saíbah odiugesnoc nis ozreufse res ol sám etnaseretni y ongid ed renet adot im nóicneta ]

...

A pesar de sentirte cada vez más dedil y acabado. Sentías la necesidad de aparentar estar mejor de lo que en realidad estabas, no querías preocuparla. Intentabas mostrar tu mejor humor, tu mejor ánimo, aquella parte más humana y humilde de ti.

Ella estaba delante de ti, abrazaba sus piernas y escondía parte de su rostro entre sus rodillas, observándote a atenta, soltando una que otra risita.

— ¿Qué es tan divertido? —Preguntaste tranquilo, a pesar de estar de rodillas cual prisionero que eras.

—No es nada. —Contesto simplemente.

—Estas sonriendo mucho.

—Algo me dice que te agrada verme feliz.

Sueltas una risa, desviando la mirada, no le darías la razón en voz alta, pero en el fondo sabias que eso era cierto, si estabas fingiendo estar bien era simplemente porque adorabas verla a ella tan tierna y sonriente.

—Estaba viendo tus ojos. —Confeso ella un momento después.

— ¿Mis ojos? ¿Por qué?

—Es inevitable, llaman mucho la atención, ¿siempre los has tenido de esa manera?

Te subes de hombros.

—Eso creo.

—Dan miedo.

— ¿Te doy miedo?

—En realidad no eres tan temible como pareces.

— ¿Ahora te parezco una especie de oso cariñoso?

Ella vuelve a reír, ahora descubres que te gusta hacerla reír.

—Me gustaría saber un poco más de ti. —Murmuraste para ti mismo, ella deja de reír, parece que te ha escuchado, te regala una sonrisa amable, y deja su mentón en sus rodillas, mirándote.

—Ya tendrás la oportunidad para eso. —Te aseguro tranquilamente — Si esta fuera la oportunidad... ¿Qué te gustaría saber?

—Lo que sea, tus sueños, tus gustos, disgustos, cualquier cosa con tal de que pueda comprenderte mejor.

—Y si yo quisiera conocerte mejor, ¿me contarías todo de ti?

—No soy un rompecabezas tan complicado como lo eres tú, todo lo que necesitas saber de mi es que soy el mejor. —Te alagaste, hace mucho que no lo hacías.

Ella ríe.

— ¿Seguro que no hay algo más detrás de todo eso?

Te detuviste a pensarlo un momento, más del que estabas esperando.

—No lo sé...—Respondiste un rato después— Nunca sentí la necesidad de comprender que hay más allá de eso.

—Siempre eres sincero.

— ¿Eso es bueno?

—En algunos casos.

Le sonríes, ella te devuelve la sonrisa.

...