[ Perdición ] Fredoy.

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[ ¿yotsE odneis yum atsíoge? ¿Y edsed odnauc obed res le oneub ed al airotsih? ]

...

Un mes.

Un mes sin tener señales de Fred. Freddy estaba alarmado, jamás pensó encontrarse en tales estados por la ausencia del contrario. Todos sus días deseando que desapareciera para siempre y a la primera que tuvo lo que deseaba se encontraba de todas las formas menos feliz.

Intentaba seguir por su cuenta, pero no era lo mismo. Intento de todas las maneras hacerlo volver, dejo las pastillas, comía espagueti seguido para tentarlo a salir, incluso se miró en el espejo del baño proponiendo en dejarle el cuerpo por un día entero, pero no recibía una respuesta.

Ya para ese punto Freddy debía comenzar hacerse a la idea de que Fred, de una u otra manera, desapareció para siempre. Sin embargo había una parte de él que seguía en continua negación en aceptar ese hecho.

La ausencia de Fred lo hace sentirse incompleto, su lado positivo cayó al suelo, ya no veía las cosas buenas de las situaciones, se sentía más inseguro de intentar algo, porque ahora no estaba Fred animándolo (o obligándolo, para él era lo mismo) en hacerlo. Y cuando más necesitaba de su narcisismo o sus comentarios molestos, simplemente no estaban.

—Fred. —Volvió a llamar como siempre hacia antes de irse a dormir, pero cada noche era con menos ánimo y esperanza, ese momento no era la excepción,

Suspiro tras no recibir nuevamente alguna respuesta, y se recostó de lado dispuesto intentar buscarlo en el solitario espejo que los separaba, otra noche más.

Cerró los ojos.

Al abrirlos, no se sorprendió de ver que no estaba en su habitación. Camino sin ánimos hacia el viejo y solitario espejo, llenándolo de recuerdos que no mejoraban la situación, realmente se sentía tonto de extrañar a un ser como lo era Fred, pero ahí estaba como todas las noches tocando el cristal, en espera de que por milagro Fred se le apareciera del otro lado.

Esa noche en especial ocurrió algo diferente, el cristal del espejo se volvió negro, Freddy se alarmo de inmediato y se alejó dos pasos por seguridad, mientras el espejo se volvía cada vez más alto y ancho, como una puerta.

«Fre...F-Freddy» —Escucho, el miedo de Freddy creció más al oír esa voz llamándolo de aquella manera.

«¡FRED!» —Grito, y se acercó al espejo. «¡Fred! ¿Estas...?»

«F-Freddy»

Freddy acerco la mano al cristal negro, notando que lo podía traspasar, como una especie de entrada. ¿Fred estaba del otro lado?

Trago hondo, y se adentró por completo.

Lo primero que se encontró fue una habitación mucho más oscura y fría, el suelo negro lo sentía algo viscoso y espeso, lo cual era completamente desagradable entre sus pies descalzos.

«¡Fred!» —Le llamo, su voz se perdió entre eco, y aquello solo volvía aún más incómodo e inquietante ese sitio.

«Freddy» —Contesta una voz apagada más adelante, fue cuando Freddy se percató de la ubicación de Fred, arrodillado, atrapado de brazos completos por esa sustancia negra del suelo que estaba pisando, el corazón de Freddy se encogió aterrado por tal escena. Jamás imagino encontrar a Fred en una situación tan vulnerable.

«¡FRED!» —Corrió sin pensarlo hacia él, dispuesto a ayudarlo antes de que lo que fuera esa cosa, lo consumiera por completo.

«Freddy espera, n-no te acerques» —Advirtió haciéndolo detenerse, sintiendo su preocupación ir en aumento, por verlo más de cerca, apagado, débil, atrapado contra su voluntad, incluso su voz sonaba quebrada y sin fuerzas, ¿estuvo aquí todo este tiempo?