Algunas heridas se cierran y otras se abren

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Perdón por demorarme tanto, pero la universidad me tiene sin tiempo :c

Apenas tuve un poco, me acorde de ustedes y decidí escribir la continuación.

De todo corazón espero les guste!!!!!

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Takafumi se despertó siendo suavemente besado en los labios, de inmediato recordó que estaba absolutamente enojado con el imbécil de su novio, por haber insinuado que tenía algún tipo de interés sexual en la bestia de Ijuuin.

Pero se sorprendió, el castaño se notaba con una cara de arrepentido y de ofrenda le ofrecía un exquisito desayuno, o bueno siendo sinceros un intento de desayuno pues era conocido que Zen no era tan amigo de la cocina.

—¿Y esto? — Insinuó el oso, enmarcando una ceja y con su típica cara gruñona, la verdad ya no estaba enojado, pero nada le impedía jugar un poco con Kirishima.

—Yo. . . esto..Taka...perdónnuncamásenlavidavolvereahablardeotrohombre — dijo las ultimas frases sin siquiera tomar pausas entremedio, haciendo realmente cómica la situación, mientras tenía la cara baja.

—Hummm, sabes me dolió mucho lo de ayer y no sé si realmente pueda perdonarte — se mordió la lengua por decir esas palabras, pero por primera vez en la vida quería ser celoso y egoísta, ya que todas eran experiencias nuevas en su vida. El castaño lo miró horrorizado y dejando la comida a un lado, se acercó rápido y se arrodillo a suplicar perdón, Takafumi de inmediato se arrodilló y lo rodeo con uno de sus brazos, mientras que con el otro acariciaba sus suaves cabellos.

—Cariño no estoy enojado de verdad, perdón esto era sólo una broma. Pero realmente me agradaría que no vuelvas a decir pensamientos libidinosos con otros, aunque los tengas, porque he descubierto que soy increíblemente celoso — Acto seguido lo beso dulcemente.

—Nunca más osito, porque créeme que te hago la competencia directa en cuanto a nivel de celos  luego lo abrazó y se comenzaron a reír fuertemente juntos, dando un gran salto cuando la pequeña Hiyo hizo presencia en la habitación, corriendo a abrazar a ambos hombres y uniéndose a sus risas, lo que la pareja no sabía es que la pequeña Kirishima era mucho más celosa que ellos dos, y no dejaría nunca que ninguna mujer u hombre se acercara a alguno de sus papitos. Fue una hermosa mañana para la familia Kirishima-Yokozawa.

Ritsu al despertar se dio cuenta que estaba en el pecho Takano, quien tenía una cara muy pacífica, así que se dedicó a mirarlos por algunos minutos. De repente, Masamune arrugó la frente y su cara cambió drásticamente por una llena de ¿tristeza y enojo? Pensó el castaño, pero se decidió por la primera opción cuando su acompañante comenzó a llorar y de paso susurrar un perdón de forma atormentada.

Onodera rápidamente lo acuno y comenzó a calmarlo, mientras éste despertaba. Al darse cuenta de lo que estaba pasando, Takano se paró rápidamente y le pidió disculpas rápidamente para salir de la habitación, el castaño fue tras él y lo encontró maldiciendo frente a la cocina, se le acercó sigilosamente y lo abrazo por atrás, apoyando su cabeza en la espalda del mayor.

— ¿Podemos intentarlo? — Masamune solo asistió con la cabeza, para luego girarse y darle un pequeño beso, luego de eso se comenzaron a mover, quedaba mucho por hacer para destruir a Ijuuin.

Shinobu se movía de forma delicada, no había parte de su cuerpo que no le doliera, pero por sobre todo estaba triste, gracias a la noche anterior, había abierto una vieja herida que pensó estaba en lo oculto de su corazón, un pasado del que nadie tenía idea y que nadie iba a saber, pues lo que el demostraba no era nada más que un personaje, él en realidad sabía ocultar muy bien sus sentimientos y su vida misma.

Casa MarukawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora