[Capítulo diez]

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- ¿Qué piensan acerca del sexo? - Se escuchó unos jadeos de incredulidad y otros de burla. - Silencio, que no es del otro mundo. - la profesora Zaldivar fulmino con la mirada a Alex y Nathan, quienes hacían bromas privadas y se reían en público.

- El sexo es... pues, bueno. - comentó Vanessa, la niña nerd y estúpida que no me hizo caso al momento de decirle la respuesta correcta; la chica se puso totalmente roja ante la mirada de todos los del salon, incluyendo mis amigos. - Quiero decir... eh... pues...

- La virgen ha hablado. - comenté con burla, recostandome en el respaldar de mi escritorio.

- ¡Callate zorra! - gritó sin tapujos aquella niña guapa de lentes.

Sino fuera tan subidona, fuera linda.

- ¡Vanessa! ¡Valeria! - gritó nuestra profesora, haciéndonos callar a todos de un momento a otro; rodé los ojos y me crucé de brazos, observando divertida a mi dulce amigo de ojos verdes.

- Y-Yo... - Vanessa bajo la cabeza y se mordió el labio inferior, mirándome con odio y a lo cual le dediqué una sonrisa enorme, mostrándole mis dientes y sacándole la lengua.

- ¡Valeria! Ya que tanto que quieres participar en la clase, dime: ¿Cuál es tu opinión acerca del sexo y  cuál es la relación que tiene con el amor? - bufe muy enojada, mordiendome el labio, pensando. - Adelante.

- Voy, carajo. - susurré lo último. - El sexo no es algo necesario para sentir amor. El amor se puede demostrar a través de caricias inocentes y besos, palabras bonitas y pequeños detalles, pero en la actualidad el adolescente promedio cree que para ser una pareja del siglo XXI se debe tener relaciones sexuales cuando, de una manera casi inexistente, se encuentran ligados una de la otra. En lo personal, la prueba de amor no es esa,ni la contraseña de Facebook, se puede amar sin tener revolcones a escondidas de tus padres o en un hotelucho barato. - sonreí ante lo dicho, me sentía orgullosa de mi respuesta, cruzandome de brazos y sonriendole retadora a algún punto de la sala.

- Entonces, ¿quieres decir que para amar no es necesario tener relaciones sexuales? - la maestra levantó su muy bien delineada ceja.

- Exacto. - le respondí con un encogimiento de hombros, hundiendome en la silla de mi respectivo escritorio.

- Pobre Ian. Yo te compro la muñeca inflable. - mis mejillas se encendieron como las de mi amigo, quien a plenitud y bajo la mirada de nuestra profesora, sacó el dedo en dirección de un tal Antonio, quien ahora me caía mal.

- ¡Ian Navas! - nuestra profesora gritó en su ronca pero bonita voz, quien se levantó de su silla y nos miraba con reproche

- No tendré sobrinos. - chilló el gemelo de Ian, llorando en broma y siendo consolado por Alex.

- ¿Te consideras asexual? - el susurro de Tania me hizo volver mi mirada al fondo, donde se encontraban los más reacios a socializar.

Los timidos.

- Algo así... - giré mi rostro a la expectante mirada color pasto y le sonreí tímida, erizandome por completo al sentir la mano de este acariciando mi mejilla.

Al menos no me reclamó nada.

No podria seguir mintiendole a la cara y ese es mi mayor temor.

- ¿Vendrás al baile de Navidad y año nuevo? - Daniel tomó una de mis papasfritas, huntandola de ketchup y comiendosela; tomé mi plato y lo aparté de él, girandome hacía mi morena favorita.

- No puedo, mi padre no me deja. - esa pequeña palabra se sentía como aceite quemado en mi boca, el vacío en mi estómago y las náuseas nunca dejaban de hacer presencia al momento de nombrar a ese imbécil de cuarta.

Esperanzas e ilusionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora