Capítulo 4: Miradas sobre él.

648 102 33
                                    

La mañana asomaba por las cortinas de aquel departamento en el gueto*. Los ojos de Alexander se abrieron pesadamente, le ardían y estaban hinchados. Y para su mala suerte hoy tenía que ir temprano al restaurante, lo habían reservado para una cena especial de gente adinerada, por lo tanto Hamilton tenía que estar ahí desde la mañana y digamos que ese día no se encontraba en sus mejores fachas, empezando por su mirada roja.

∞3 horas después∞

9:00am

Alexander Hamilton ya había llegado al restaurante, con sus "mejores" vestimentas que solo consistía en un pantalón negro y la playera con el logotipo del restaurante. Al bajar del taxi vio como una gran fila de reporteros estaban esperando en la puerta, por lo tanto era casi imposible pasar, así que decidió ir hacia la parte trasera del restaurante.

Al entrar vio como los meseros corrían de un lado a otro con bandejas con copas de vino y bocadillos. Alexander no tenía idea de lo que pasaba, hasta que vio a uno de los muy pocos "compañeros" que tenía ahí.

Aaron Burr, un compañero de Hamilton, más específicamente uno de los compañeros con los que más chocaba en ideas. Mientras que Burr era más calmado al tomar decisiones, Hamilton realizaba y ordenaba todo impulsivamente, por lo que su amistad no era la mejor en aquel lugar. Aaron Burr había escalado socialmente en aquel restaurante hasta convertirse en Jefe de meseros, mientras que Hamilton había decidido irse por finanzas. Casado con Teodosia Burr, digamos que es un sujeto muy predecible, o algo así.

—Burr ¿Qué está pasando aquí?—preguntó Alexander deteniéndolo de su andar incesante, Burr lo miró de arriba para abajo con una ceja alzada, para luego bajar la charola vacía que tenía en su mano derecha y dársela Alexander.

—No viste los mensajes que te mande ¿cierto?—Cuestionó el más alto retirándose los guantes perfectamente blancos que tenía en sus manos y ajustándose su chaleco. Respecto a eso Alexander no había sido nunca fanático de usar el teléfono celular, por lo cual siempre se metía en problemas por eso. —No importa, el caso que hoy va haber una pequeña "reunión" y ya sabes a lo que me refiero, es un baile, extrañamente de esos que ya no se hacen, pero bueno así lo quisieron, por lo cual van a venir demasiados artistas y personas con dinero, tal vez puedas escalar socialmente. Además que es mejor que te cambies, servirás hoy.

Alexander no tuvo tiempo para decir algo ya que Burr se había marchado dejándole la bandeja en la mano y miles de insultos en su mente. No paso mucho tiempo para que Alexander se cambiara y colocara la bandeja en sus manos.

—Ya parezco más mesero que el que maneja las finanzas en este restaurante—refunfuño para sí mismo, mientras colocaba unas copas de un vino fino trasparente en la bandeja que le había entregado Burr.

—Vamos Alex, te acostumbras después de un tiempo— Escuchó decir a alguien a su lado, Charles Lee, un gran mesero de aquel lugar, tal vez sea el que sustituya a Burr en un futuro.

Alexander, solo lo ignoró al ver su sonrisa falsa y llena de cinismo.

Alexander veía como estaba arreglado aquel lugar, muy elegantemente, el perfume caro y las risas inundaban el lugar. No era su ambiente de eso estaba seguro, las velas decoraban el lugar y le daba un toque más antiguo.

Caminó por el lugar atendiendo a los presentes cuando se lo pedían, hasta que una persona comenzó a hablar y vio como a lo lejos las cámaras comenzaban a lanzar sus flashes incesantes, al parecer el que había pagado todo eso había llegado.

—Reciban todos al anfitrión, venido desde su reciente viaje de Francia, Thomas Jefferson—Se escuchó decir a su jefe, para luego que los aplausos estallaran.

Era él.

La mirada inteligente, extrovertida y desafiante, el cabello rizado y una sonrisa superior, que parecía rebasar a cualquiera. De repente para Alexander todo desapareció cuando chocaron miradas, parecía que todo se había vuelto negro y solo algo los alumbrara, pero para el contrario no.

Una risa de parte de una joven se escuchó a un lado de él, Alexander miró hacia dónde provino ese sonido y comenzó a caminar para ir a algún lado que no sea en ese lugar, necesitaba aire, salir de ahí, pasar desapercibido. Sin embargo estaba mareado y la charola no ayudaba en nada, su mente era un revoltijo y muchas cosas comenzaron a venir a su mente, parecían flashbacks de algo, se veía a él mismo con un extraño traje, una mujer lo acompañaba y un niño de su lado, todo era muy confuso. Un estruendo se escuchó, y los vidrios rotos se clavaron en su mano. La bandeja había caído al igual que Alexander y al tratar de no caer de cara al suelo su mano había caído sobre un copa rota, los pequeños cortes comenzaban sangrar y a doler, pero no dolían tanto como las miradas sobre él.

Todas las miradas del lugar estaban sobre él y aquel sentimiento volvió, el sentirse indefenso, abandonado y todos los ojos esperando un error para burlarlo.

________________________
* Se lee originalmente como Geto y se refiere a las partes pobres de distintas ciudades grandes.

Bueno espero les haya gustado esto y ahora si se viene lo chido xdxDXd

StarDy⭐️

21/11/2017

En otra vida ||Jamilton||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora