En otra vida ||Jamilton||

Capítulo 6: ¿Quién eres?

Una risa por parte de algunas chicas se escuchó, John Adams bajo corriendo del pequeño escenario que había en el restaurante hacia Alexander, lo tomó de la muñeca de la mano no lastimada y lo jaló dentro del compartimiento de finanzas de Alexander, no sin antes ordenar que limpiaran el desorden.

— ¿¡Qué estás pensando al hacer esos actos Alexander Hamilton!?—Gritó John cerrando la puerta detrás de sí y lanzando a Alexander a la silla que ahí se encontrada.

—Solo me sentí algo mareado y perdí el equilibrio, no necesito estos regaños de parte de usted señor Adams—se defendió cubriendo su mano con el delantal blanco manchándolo de sangre. Hamilton nunca se había dejado pisotear por nadie.

— ¡Estamos frente a grandes personas y...

—Usted cree que solo porque una persona sea millonaria ¿debería comportarme muy educadamente con ella? O ¿Qué una persona millonaria vale más que una persona como usted o yo?—lo cuestionó colocándose de pie frente a él mirándolo a los ojos. Sin embargo antes que Adams diga algo, unos golpes a la puerta lo interrumpieron y seguidamente la puerta se abrió.

∞

Jefferson no podía perder a ese chico, lo odiaba irracionalmente, pero tenía que al menos saber su nombre o que hacía en ese lugar. Madison lo trató de detener diciéndole que era un simple mesero, pero Thomas no se conformó con eso. Siguió con la mirada al joven mientras lo llevaba de la muñeca el "dueño" del restaurant.

Se abrió paso entre la multitud hasta la cocina donde al entrar los meseros lo vieron muy incomodos, los gritos en la oficina de finanzas le llamaron la atención y tocó para luego abrir sin tener miedo alguno.

—Señor Jefferson, no creo que sea el mejor momento para...

Jefferson no le hizo caso al señor Adams que se encontrada dando excusas absurdas y solo se dedicó a ver al chico que mantenía la cabeza algo gacha pero sin bajar la guardia, al parecer no se había percatado de su presencia, el chico parecía como si estuviera hablando consigo mismo al ver como movía los labios levemente.

—Déjeme a solas con él—ordenó Jefferson callando a Adams y dejándolo con las palabras en la boca, sin embargo el más bajo no pudo decir nada, para luego salir con el orgullo herido.

Fue en ese momento que Hamilton pareció reaccionar y vio a aquel joven. La sorpresa se pudo ver en su rostro rápidamente, se levantó de  la silla y dio un paso atrás sorprendido, chocando con el escritorio, mientras Jefferson lo veía con una ceja alzada y los brazos cruzados.

— ¿Quién eres?—habló Jefferson mirando a Hamilton, la pequeña pizca de odio se pudo escuchar en su voz.

—Eso depende, ¿Quién pregunta?—Contradijo Alex poniéndose firme y colocando su mano detrás de sí, que hace poco había dejado de sangrar pero dolía como los mil infiernos por las astillas. Jefferson río bajo cerrando los ojos un momento.

—Te vuelvo a repetir ¿quién eres?—Esta vez pareció más una orden que una pregunta, y el tono de odio se hacía notar aún más, Hamilton se dio por vencido con las formalidades.

—Alexander, me llamo Alexander Hamilton—pronunció firmemente.

Como si solo fuera la chispa que encendió una mecha, miles de imágenes se repitieron en la mente de Jefferson, Francia en otra época, miles de documentos que pasaron por sus ojos, un joven de cabellera larga, discusiones, una carta. Los recuerdos hicieron que este perdiera levemente el equilibrio apoyándose de la pared gris que había ahí para no caer.

— ¿Esta bien?—Preguntó Hamilton, aun con ese tono desconfiado. Jefferson vio a Hamilton de reojo.

"¿Quién verdaderamente eres, Alexander Hamilton? ¿Quién fuiste?" pensó viéndolo aún, para luego cerrar sus ojos con fuerza dejando que esos recuerdos se dispersaran y volviendo a su posición de brazos cruzados, pero perdiendo un poco de su autoridad en aquella habitación.

—Solo ve que te vean es mano, no vaya a ser algo grave— pronunció con un ligero tono de burla muy imperceptible. Para luego salir de aquella oficina y cerrar la puerta detrás de sí, dejando al de la coleta con muchas preguntas.

Hamilton por su parte solo pudo respirar mejor cuando él se fue, se recostó en la puerta, sin saber que el de cabello rizado también se había recostado desde el otro lado. Los recuerdos de vidas pasadas los invadían a ambos; sin saber aún de donde provenían.

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El capitulo más kk que he escrito en toda mi vida, se los recompensare pronto xd

StarDy⭐️

02/12/17