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-Aunque lo pongas de esa manera, no es posible hoy en día los chicos tsunderes no llegan a nada si quieres salir con Todoroki deberás cambiar esa actitud- decía una castaña mientras agitaba una revista de un lado a otro.

Bakugou no sabía por donde empezar, todo este asunto lo tenía realmente cansado y la verdad es que el mismo tenía la culpa de que ahora Ochako este diciendo aquello mientras agitaba esa estúpida revista que en letras color rojo decía:
«Guía para enamorar a un chico» Y más allá se podía ver «Edición N° 27».

Que tan desesperadas estaban las chicas en estos últimos años.

—La era de las parejas Tsunderes a acabado-grito la muchacha como si fuera el mejor discurso del milenio.

No sabía si golpear a su amiga o así mismo por haberle contado por primera (y como iban las cosas esta sería la única) vez que el mitad mitad le atraía.

Sólo debía terminar rápido para que pudiera volver a su habitación.

Primer paso ponle un nombre cariñoso.

Había sido imposible razonar con Uraraka puesto que la fémina no paraba de decir que su actitud de rubia oxigenada no lo llevaría a nada (comentario por el cual la castaña había recibido un golpe en la cabeza) sin poder sacarse de encima la insistencia de la castaña había terminado leyendo esa estúpida revista que afirmaba que si seguías los pasos de esta tendrás a aquella persona que amas, la verdad es que Bakugou dudaba mucho de esto.

Cuando comenzó a ojear aquella horrible revista apenas leyó el primer pasó de esta ya lo había lanzado al otro lado de su habitación y juro nunca volver a decirle algo así a Uraraka, quien cuando vio la revista tirada en el piso dos días después de que se lo diera volvió a insistir tanto que por poco no manda al diablo a su amiga, a sus sentimientos, y al doble cara de mierda.

Suspiró fastidiado aunque esa revista dijese que a los chicos les gustaba los motes lindos el lo dudaba puesto que el mataría a cualquier imbécil que le intentará llamar de forma «linda», y el sólo pensar en llamar al imbécil mitad mitad de esa forma no hacia más que darle náuseas.

Llegó a los casilleros mientras pensaba en todo eso, apenas recordó su contraseña a la hora de abrir la taquilla.

— Bakugou, Hola.- la voz de desinterés total y un tanto monótona iso que todo su cuerpo se erizara había olvidado que sus taquillas quedaban casi juntas, maldiciendo por haber olvidado aquello se giró lentamente.

—Buenos días, Shouto.- sonrió como pocas veces lo hacía, según la dichosa revista había que hacer una expresión tierna mientras decías el nombre elegido.

Un par de segundos en silencio se instalaron entre ellos.

Un par de segundos en silencio se instalaron entre ellos

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Kærlighed -Todobaku-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora