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Un día nuevo comenzaba, el sol entraba por la ventanilla del  cuarto en donde me alojaba con mis compañeros. Al abrir con cansancio mis ojos por la molesta luz que se escabullia en la habitación, pude ver como mis "adorables" compañeros estaban durmiendo en posiciones, no muy normales, por así decirlo. Silver estaba  colgando de su cama, "-En cualquier momento caerá y se estampara contra el suelo-" pensé riéndome internamente. Miré a mi costado y vi a Knuckles tirado en el suelo con una bolsa de papas en cima de su rostro, "Era perfecto para una foto".después miré en la litera de arriba y me percate  que Shadow era el único en dormir como alguien normal, aunque era de esperarse de él.  Desvíe mi vista hacia la cama en donde devía dormir el erizo insoportable, pero nada, estaba vacía, él nunca vino a dormir allí para empezar, solo unas dos veces, era de esperarse  que no esté, pero me inquietaba el pensar que no haya estado durmiendo por lo que había hecho la noche anterior  Somnolienta  y acompañado de un bostezo prendí mi celular, al ver la pantalla abrí mis ojos en par y  lance un  grito ahogado, empece a maldecirme internamente mientras me vestía lo más apurada posible. Eran las 8:40 y las clases comenzaban  a las 7:30 a.m, "-¡¿Cómo pude dormir tan profundo?!-" me cuentionaba entre gritos internos. Al acabar mi acción y estar lista vi que ya erab las 8:54, y lo peor de todo, es qur no había despertado a ninguno de los otroa idiotas.

-¡DESPIERTEN! ¡YA ES TARDE!- Exclame de brazos cruzados esperando una reacción por  parte de ellos, lo cual no tardo. Ya  que Knuckles se ahogo con su bolsa que tenía en la cara, Silver Cayó tal cual predije  y Shadow se despertó exaltado.

-¡No despiertes a la gente así como así rosadito!-Se quejó el de iris rojos sobandose su cabeza que choco contra el techo.

El de color rojizo fuerte saco la bolsa de su cara y con fastidio me dirigio una mirada cansada.  El plateado de iris amarillos simplemente se quejaba del dolor generado en su retaguardia después de caer.

-Miren la hora-Les dije, aunque se oyó más una orden.

Todos con intriga sacaron su celular, e hicieron mi misma reacción que antes.

-¡¿Las 9:02?!-Exclamaron al uniso. Solo me limite a reír un poco.

- ¡Los esperaré en salón, adiós!-Canturré mientras salía del cuarto viendo las graciosas expresiones en sus rostros.

Al cabo de unos minutos, exahusta, con la respiración agitada y mis puas despeinadas entre al salón de un portazo. Todos me quedaron mirando  sorprendidos mientras yo, sonreía con nerviosismo.

- ¿Señorito Airon, me explicaría su retraso?- Preguntó la profesora.Y a la medida  que hablaba, la gran berruga que se posaba en sus labios también lo hacía, aunque no quería observarlo, no se podía evitar-¿Me esta escuchando?-Elevo una ceja mientras se expresaba con enfado.

-¡Claro, claro!, solo, tuve un... percance..-Admití con vergüenza a lo que la profesora simplemente solto un suspiro.

-Bien.. A tu asiento-Dijo accediendo a mi excusa tan poco detallada.

Al momento que iba a sentarme para ya por fin atender la clase veo como la puerta se habre estrepitosamente aturdiendo a los pocos alumnos del salon, incluyendome.

-¡PERDONE  LA TARDANZA VIEJASA!-Pidió a gritos el echidna.

-¡No pretendíamos llegar tarde! ¡Es todo culpa de Shadow !-Explicó el plateado.

-¿Y a mi qué me culpan? Manga de idiotas-Regañó el de franjas rojas malhumorado.

El poco temperamento que le quedaba a la profesora se extinguió en un abrir y cerrar de ojos, llevo a todos los chicos a la dirección, supongo que le afecto lo de "viejasa". Aunque lo admitiré, recuerdo muy bien que ella se veía como una anciada decrepita, con tan solo 37 años, no me imagino su estado en la actualidad. Pero volviendo al tema principal,  por lo menos, yo no me había ido a dirección.

Al cabo de unas horas me di cuenta que todavía nada me había sucedido, sé que debí haber estado felíz, pero el hecho de que nada pasase  me infundía terror, creyendo que lo peor, quedaría para el final. Volté para asegurarme de que él estuviese allí, pero el  asiento estaba vacío. Me recorrío un escalofrío por la columna, eso solo significaba dos cosas, mi final estaba cerca, o posiblemente algo le sucedió.

¡¿Acaso me volví gay ?! (SonAmy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora