Capítulo 2.

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- La princesita duerme, estoy impaciente ...- La voz de un hombre retumababa en una cueva cubierta de hielo.

- Yo también lo estoy, ¿Qué estamos esperando?.- Una esfera dorada comenzó a brillar delante del primer hombre.- Hagamos algo pronto o no tendremos nada.- Dijo algo molesto.

- Tranquilo Pitch, la inquietud no traerá buenos resultados.- Movió su mano en frente de la esfera.

- ¡Es que quiero salir ya!.- Le lanzó arena negra pero este la repeló fácilmente con su mano.

- ¿Aún crees que eres lo suficientemente fuerte Pitch?.- Lo miró con una sonrisa burlona.

- Bufó.- Muy bien ... solo llámame cuando sea hora.- Desapareció entre las sombras.

- Hay Jack ...-Suspiró.- Hijo mío, nuestro momento llegará y será inolvidable.- Dijo mientras que la esfera mostraba el rostro del mencionado.

[...]

- ¿Y qué voy a hacer yo?.- Preguntó Jack sentado en un banco de madera.

- Quédate ahí, es tu castigo por casi destrozar el Big Ben.

- ¡¿Mía!? ¿Y qué hay de Solari?.- Preguntó enfadado.

- Jack tú y yo sabemos, que tú siempre causas los problemas, Yetis.- Los Yetis traían a Solari en los brazos.- Métanla al horno.- Los Yetis obedecieron

- ¿Horno? ¿Para qué?.- Preguntó curioso el albino.- ¿La vas a cremar?

- No, no no no no no.- Rió.- Es un horno para galletas, ella está muy fría, necesita calentarse Jack.

Los Yetis metieron a Solari en el horno, salieron mientras cerraban la puerta y encendían las llamas, en menos de un minuto Solari se sintió mejor.

- ¿Lo ves?.- Preguntó Norte con una sonrisa.

- El albino corrió la silla hacia adelante sin levantarse.- ¿Un poco de nieve la enfría así?

- No es por la nieve Jack, es por tu magia.

- ¿Eh?

- Cuando dos seres se enfrentan, tienen golpes y lastimaduras en su cuerpo, como a las personas normales, pero tú y Solari son otra historia.

- ¿Porqué?.- Preguntó curioso.

- Norte rió por lo bajo.- Porque son opuestos Jack, si Solari te ataca quedarías totalmente masacrado y si tú la atacas ...

- Ella estaría igual.

- Si, Jack, es por eso que deben ... ¿Qué?.- Salía humo del horno de galletas, de un segundo a otro la puerta del horno salió disparada y velozmente salió Solari, demasiado enojada se dirigía al albino.

- Tú.- Pronunció enojada.- Su cuerpo completamente estaba en llamas.

- Solari ...- Camino lentamente hacia atrás.- N-no te haré nada.

- Casi me congelas.- El albino cayó hacia atrás y ella solo seguía avanzando.- Sabes lo que pasaría si yo ... ¡¿llego a Congelarme?!

- A-algo así.- La chica lo acorraló contra el suelo.

- Te voy a matar.- Alzó su puño, miró fijamente al albino pero ...

- ¿Qué se supone que haces?.- Una mujer llena de flores en el pelo, vestido color azul y una capa color verde apareció junto a Cupido, El Hada de los Dientes, Invierno, miró fijamente a Solari.- Esa no es la compostura que alguien como tú Solari debería tener.

Las llamas de Solari cesaron, se paró derecha mientras bajaba la mirada.

- Escuché lo que pasó en Londres.- Dijo molesta.

- S-sinceramente lo siento ... Madre Naturaleza.- Se inclinó.

- Fue solo un accidente.- Dijo Jack.- Pero ya está arreglado Madre.

- Jack estos "Accidentes" suceden con frecuencia.- Dijo Madre Naturaleza.

- Es problema nuestro Madre Naturaleza, no se meta.- Dijo Jack en un tono despreocupado.

- ¡Jack!.- Se akteró Solari y lo golpeó en la cabeza.

- ¡Auch! ... ¿Qué te sucede?.

- ¡No puedes hablarle así a Madre Naturaleza!

- ¡Oblígame!.- La miró de frente.

- ¡Será un gusto!.- Ambos se miraron fijamente, sus ojos reflejaban enojo, estaban a punto de atacarse pero Madre Naturaleza les jaló las orejas.- ... Lo siento.

- Necesitan trabajar en equipo, y como soy la mano derecha de Hombre de la Luna, él y yo decidimos que.- Apareció unas cadenas doradas.- Usarán esto hasta que demuestren que podrán trabajar juntos como uno solo, en paz y armonía.

- ¿Qué?.- Preguntaron ambos.

- Quiero alejarme de ella, no estar con ella.- Dijo Jack.

- Si como fuera lo mejor del mundo estar con alguien tan estúpido como tú.- Dijo Solari.

- ¡No, me importa!.- Madre Naturaleza les colocó las cadenas, a Jack en su muñeca derecha y a Solari en su muñeca izquierda.

- Madre ...- Dijo Solari.

- Mi deber está hecho, adiós Norte, buena suerte muchachos.- Se despidió para desaparecer junto con sus acompañantes con una corriente de aire cubierta con hojas verdes.

- N-norte, ¡Corta estas cadenas!.- Dijo mientras mostraba las cadenas en la cara de Norte.

- No puedo hacer eso Jack, no quiero tener problemas con Madre Naturaleza ... menos con Hombre de la Luna.

- ¡Pero Norte, ¡¿Cómo seré un guardián si no puedo tener mi mano libre?!

- Jack, aún puedes hacer tu trabajo.- Se cruzó de brazos Norte.

- ¿Y si tengo que luchar otra vez?

- Norte rió.- Jack, es muy poco probable que ahora haya alguna pelea así por resolver, pero por ahora ... - Los empujó a ambos hacia la puerta.- Resuelvan sus conflictos, nada de peleas y am ... diviertanse.- Cerró la enorme puerta con sus brazos dejando a los jóvenes fuera del refugio.

- Genial, ¿ahora qué Princesa?.- Preguntó irónico.- ¿Otro problema más?

- Oye yo no quería acabar con tigo encadenada.- Dijo un poco molesta.

- Yo tampoco.- La miró a los ojos con una mirada fría.

- Ella suspiró.- Jack, no quiero pelear, ¿Podemos hacer las pases?.- Sonrió mientras estiraba su brazo hacia él.

El albino se ruborizó al ver la sonrisa de Solari, sintió un pequeño latido.

Cerró los ojos, se dio la vuelta dándole la espalda a ella.

- Tsk, como sea, solo no interfieras con mis cosas.- Dijo el albino mientras se elevaba del suelo.

- ¡Eres increíble!.- Gritó molesta.

- Lo se.- Sonrió arrogante.

La Diosa del Sol [Jack Frost X Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora