No importa cuantas vidas arrebate, mientras pueda protegerlos, haré hasta lo imposible, incluso si eso me impide hacer mi deber -pensaba Ana desde lo más profundo de su mente.
(No hay un ship predominante) Una historia de Overwatch relatada desde lo...
Después de que Mercy recuperara sus recuerdos, decidió ayudar al doctor con un proceso para que los demás recuperaran sus memorias, faltaba Jack, Gabriel, McCree, Tracer, Winston y Tobjorn.
Por lo que explico Angela, la perdida de memoria que tenían los agentes era causada por la insuficiencia de oxígeno al cerebro cuando el corazón o la respiración se detuvo durante demasiado tiempo, ocasionado por el impacto de bala, lo cual había dañado las zonas del cerebro que ayudaban a crear y recuperar recuerdos. Así que solo tenia que "reactivar" esas zonas dañadas, era la única que podía hacerlo sin necesidad de una maquina, tan solo con sus manos. Colocaba ambas manos en la cabeza del que debía ser curado, para luego emanar de ellas una luz amarillenta que brillaba cual sol, para unos segundos después de la acción, la luz se esfumara y reparara las grietas de aquellos recuerdos desolados.
-Es un alivio tener a la mejor médica de nuestro lado, sana y salva -decía Ana en modo de alago.
-Me alegra ser de utilidad, pero ahora tenemos otros asuntos por los cuales preocuparnos.
-De eso yo me encargo -dijo Jack, quien iba ingresando al lugar.
-Es bueno tenerte de vuelta Morrison -decía Ana mientras ponía su mano en el hombro del anterior mencionado.
-¿Y cuando saldremos de aquí? Este lugar no me resulta del todo agradable... -decía McCree.
-No sabemos si Talon o Null Cector no están esperando en la base central, no es recomendable ir allí.
-Podemos ir a la base de Francia-.
-Fue interrumpido por Ana- No creo que sea la mejor opción ir a una base, sea la que sea.
-En ese caso, tengo un lugar al que podemos ir... -dijo Reinhardt con una sonrisa de oreja a oreja.
Cuando aquel hombre sonreía de esa manera, nadie podría oponerse, tenia en mente ir de vuelta a su lugar de origen, Stuttgart, Alemania.
Cuando todos habían tomado sus pertenencias, caminaron hasta el puerto de salida, pasaron unos minutos antes de que la nave despegara, pero cuando esto sucedió, Reinhardt no paraba de mirar la pequeña ventanilla que se encontraba al lado suyo con un poco de nostalgia.
"Vive con honor y muere con gloria"
Aquellas palabras resonaban en la cabeza del hombre, habían pasado varios años ya, los robots se levantaban en contra de todo ser viviente, y la organización de "los cruzados" fue víctima de la mayoría de ataques de estos organismos, creían que todo había acabado, los escudos caían junto con sus portadores, la sangre llenaba cada rincón de aquel piso de piedra que rodeaba el castillo, pero salieron victoriosos de la batalla, gracias al sacrificio de uno de los miembros mas importantes, de el maestro de Reinhardt.
-Era muy joven... -pensaba para si mismo.
Pasaron unas horas llenas de silencio antes de llegar al destino esperado, pero el tiempo se hizo corto cuando menos lo esperaban, el sonido de la nave aterrizando interrumpo los pensamientos de todos los que se encontraban en ella.
La puerta se abrió, y dio paso a los héroes, se encontraban en las afueras de lo que parecía ser un bar, a los lados había edificios y al fondo una zona que parecía estar restringida.
-Hacia allá es el castillo, pero iremos mas tarde -decía Reinhardt, quien caminaba a los adentros del bar, donde estaban varios soldados y algunas meseras atendiéndolos.
-¡Miren a quien tenemos aquí!
-Así que viniste acompañado...
-Tiempo sin verte viejo, mas vale que nos cuentes todo.
Los soldados que se encontraban ahí, llevaron al comandante a una de las mesas y lo rodearon, parece que aun era bastante famoso en esos alrededores.
McCree se acerco a la barra, extrañaba tomar en un bar, los demás se sentaron, pidieron algo de beber y platicaron por lo mientras, era relajante olvidarse de los problemas que los tenían tan agobiados.
Pero las almas ocultas reían justo a sus espaldas, burlándose de lo relajados que se encontraban, tan inocentes, tan ilusos.
-No pueden esconderse de la cazadora... -decía con ego en su habla una mujer misteriosa, con acento francés.
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Lamento tardarme tanto, creo que me voy a morir pronto :'v pero bueno, gracias por leer <3