Llevó al pequeño ángel a casa, donde su hermana le curo y vistió, tras caer del cielo y encima de todas esas espinas tenía algunas heridas, pero ninguna de gravedad, sus músculos dolerían pero no sería un dolor de otro mundo. La alegría no cabía en el pecho de Zaya, su hermano estaba de vuelta, herido pero entero y a pesar de que aún no hablaba con el, ya que aún no recuperaba el conocimiento, adoraba al dios Horus por haberlo traído de vuelta, de vuelta a casa, ellos dos eran todo lo que siempre se necesitaban para estar bien aunque que eso significara dormir en la calle, si uno esta para el otro, todo esta bien.
-¡Zaya calmate!- Exclamó el dios llamando la atención de la muchacha- No eres la única que esta sorprendida por todo esto. Estoy aturdido- Comentó con suavidad mirando a la hermana de Bek- Por favor busca a Toth y hasta que no lo encuentres no vuelvas, el responderá nuestras inquietudes ¡Ve rápido!-
-Mi señor ¿Quién cuidará de mi hermano cuando despierte? ¿Será igual que yo al despertar de la muerte?- Pregunto con suavidad haciendo reverencia hacia su señor- ¿Tendrá memoria?-
-Yo lo cuidaré Zaya. No se si sea igual ya que cuando uno vuelve de la muerte la memoria queda intacta pero el estaba en el más allá- Respondió pensativo- Sólo busca a Toth. El sabrá que hacer- La ansiedad le envolvía de una forma abrumadora, aquello estaba por encima de su compresión-
La desesperada chica salió corriendo en busca del nombrado mientras Horus se quedo inmóvil en su asiento, mirando con objetividad a Bek, su cabello estaba igual, su piel era más suave y delicada, su pecho subía y bajaba tras cada respiración así que estaba alli, entero y vivo. Todo un misterio para el dios del viento, eso era Bek ¿Quizá sí era el dios de lo imposible? Porque suceden cosas extrañas al rededor de ese chico que eran increíbles. El ocaso había llegado a su fin, el peso de su corazón, la tisteza de su alma, el desespero de sus días había concluido, Bek estaba al lado de aquel dios, del único culpable de su desdicha. Sentía miles de emociones y sensaciones nuevas, todas juntas y batallando entre sí, destruyendo la poca estabilidad que tenía dentro suyp ¿Qué le ocurría al mirarlo? ¿Por qué aquella incómoda presión en su pecho?.
El muchacho abrió los ojos con brusquedad, Horus estaba al tanto, no le quitaría la vista de encima. El más joven se levantó de la cama sin antes caer, el dios del viento se acercó a levantarlo, a sostenerlo pero Bek luchaba con todas sus fuerzas para que lo soltaran mientras sus lágrimas eran copiosas y sus gritos desgarradores, Horus lo sostenía con fuerza pero con una suave para no lastimarlo sabía que estaba débil y confundido ¿Qué tendría en la cabeza ahora?.
-¡No fui yo! ¡Suelten! ¡Joder!- Su cabeza se encontraba inmóvil contra el amplio pecho de Horus, mojaba sus ropas reales con sus lágrimas, estaba asustado, desconcertado, perdido- ¡No por favor! ¡No me toquen!-
-Calmate Bek- Pronunció en un tono suave- Estas en la tierra. Caíste del mas allá- Acaricia su cabeza con cuidado- Soy yo Bek, soy Horus no te haré daño. Eras un hermoso ángel pero tus alas fueron débiles para este mundo-
-No eres Horus ¡Yo morí! Estas engañándome- Volvía a luchar sin fuerzas- ¡Suéltame! Me haces daño- Pronunció con agonía al sentir todo su cuerpo doler- ¡Eres un vil mentiroso! Horus no me haría daño-
Horus al escuchar sus palabras un mal sabor le subió desde el estómago hasta la garganta ¿Los demonios le habían tocado? ¿Habían hecho sufrir a Beck? Está vez no los perdonaría, primero era con Hathor y ahora con su Bek ¿Su Bek? Lo sostuvo entre sus brazos y camino al frente de un gran espejo, desgarro la parte superior de la ropa de Bek, dejando su espalda al desnudo frente al espejo, sentía como el chico temblaba bajo su tacto, como una presa que se enfrentaba a su cazador, paso con cuidado la yema de su dedo índice por donde estaba el crecimiento de las alas, sostenía con su mano izquierda la diminuta cintura de este, era gentil, demasiado para ser el.
-Mira aquí Bek. Allí habían alas pero ya no están, caíste del más allá en el jardín de mi padre y yo te he traído a casa- Comentó con suavidad, mientras veía sus reflejos en el espejo- Ya nadie te hará daño Bek, nadie te tocará- Continúa tocando con suavidad los huecos en carne de su espalda, intentando aliviar aquel dolor- No te haré daño Bek, nunca lo haría-
Bek logró librarse del agarre entre los brazos fuerte de Horus, estaba más calmado, sentía como su corazón latía con normalidad, paso ambas manos por debajo de sus ojos y aún lloraba, miró al dios enfrente suyo, era él, el mismo dios del viento, miro a su alrededor por la elegancia del lugar sabía que estaba en el palacio, volvió la vista al dios y sin decir más se lanzó en sus brazos, por fin había regresado, sentía la misma calidez que debe dar el calor de un hogar.
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A N G E L
FanfictionTenía todo, todo lo que necesitaba y todo lo que nunca imagino que tendría en su poder y a pesar de ser un dios y tener todo en sus manos a la vez no tenía nada. ●Hello esta es una fanfic de la peli "Los dioses de Egipto" La historia es a partir de...