Bek volvió al palacio ya que no podía durar mucho fuera de allí por el rollo de ser un ángel caído, estaba interno en sus aposentos, nada ni nadie le hacía salir de allí se sentía muy enfermo como para hacerlo, habían pasado tantas cosas y era ahora que se daba cuenta de todas y cada unas de ellas, no le gustaban, sufría, sufría en exceso. Sentía que su corazón dejaría de latir en cualquier momento, sentía que su corazón se rompería por la amargura que llevaba dentro.
Horus iba al encuentro con Ast, estaba demasiado perdido como para ni siquiera fijarse en sus pasos, había roto el corazón de la persona que probablemente más le importaba en todo el mundo, se preguntaba día tras día ¿El por qué de quererlo así? Quería verlo sonreír cada día, sentirlo a su alrededor, que se metiera en su cama, pero con exactitud eso estaba mal. La diosa le esperaba en el jardín real mientras veía la diversidad de flores que habían allí.
-Ast eres importante en mi vida y una de las mejores diosas que he conocido, te aprecio, quiero y valoro muchísimo- Comentó mientras sostenía las manos de esta y miraba las malas hierbas, no tenia valor- Pero estoy pasando por un momento complicado. Lo mejor es que nos dejemos-
-¿Quieres un tiempo?- Pregunto teniendo el ceño fruncido- ¿Eso quieres decirme Horus? Porque creo que me he portado un poco más que bien contigo para que quieras romper-
-Lo lamento mucho, en serio lo hago- Besa las manos de la diosa- Pero quiero romper de forma definitiva, no quiero tener una relación contigo, ni con nadie. Solo deseo estar solo-
-Ya no eres un niño Horus ¿Me dejas por que si? ¿Tan fáciles crees que son las cosas?- Una bofetada de mano abierta interroga al dios- Se sincero Horus y no me mientas que no soy estúpida ¿Por qué me dejas?-
-Soy un idiota, por dejar ir a una mujer tan buena como tu- Suspira con agonía- Pero yo estoy enamorado de alguien más. Pensé que estando contigo le olvidaría pero me he dado cuenta que ni muriendo podría sacarle de mi corazón-
La diosa llena de ira se retiró provocando que los cielos se vistieran de gris y la lluvia no se hiciera esperar. Horus corrió al palacio, lo había hecho mal y lo sabia, primero rompía a Hathor, ahora quebró a Ast, no podía darse el lujo por ser conocido como el rompecorazones del viento. Tenia algo claro y eso era Bek, lo necesitaba, le quería cerca y nadie le quitaría el privilegio de tenerlo ni siquiera aquel humano que siempre va con el. Su ropa estaba empapada de agua, camino por los pasillos hasta quedarse parado mirando la puerta del aposento de Bek, trago en seco y entro. No quería molestarlo ya que sabía que el estaba enojado con el ¡Lo odiaba! Pero aun estaba a tiempo de remendar su error.
Los ojos de Horus se abrieron como dos platos, aquella imagen quería sacarla de su cabeza pero sabía que eso seria imposible. Bek arrodillado en el suelo, con una daga apuntando a su corazón por el mismo, el crecimiento de sus alas manchadas de sangre, las lágrimas en sus ojos. Corrió hacia este y lo abrazo a su cuerpo. No podía, no iba a resistir perderlo de nuevo. Nuevamente por su culpa.
-Idiota ¿Qué pensabas hacer con esa daga?- Lo sabia pero quería escucharlo- ¿No pensaste en tu hermana? ¿En los servidores reales? ¿No piensas en mi?-
-Matarme- Respondió en un tono seco- Mi hermana es feliz con su familia. Ya me perdió una vez así que lo afrontaria. Cetg tiene a su familia al igual que mi hermana- Miro a los ojos de Horus, pero ya el tenía el alma muerta- Tu ya eres feliz con Ast y eres el rey ¿Qué falta haría un asqueroso homosexual?- Rompió en llantos-
Horus abrazo el cuerpo del menor para protegerlo en su pecho, el y nadie más tenía la culpa de eso y se arrepentía, por su vida lo juraba, prefería morir que aquel humano dejase de respirar. Lamentaba su inconciencia, su estupidez, lamentaba no darse cuenta de las cosas, pero ya sus pensamientos eran claros y Bek era lo único que quería. Abrazar el cuerpo del menor era doloroso, sentía que no abrazaba nada, más que un frio y vacío caparazón. Sentía que se le iba de las manos.
-Si quieres matar, mejor quítame la vida. No soporto verte así ¡Yo no quería esto lo juro!- Y una vez más alguien veía las lágrimas del dios del viento - Sentía miedo ¡Estaba asustado! Soy un rey, un dios para admitir tal cosa. No podía seguir mintiendo y haciendo sufrir a más personas- Besa la frente del menor- Se que me odias. Te humille, te abandone, te eche al menos pero- Los labios le temblaron- Pero te quiero Bek y ya no importa la opinión del pueblo o los dioses. Solo importas tu. Te quiero conmigo y no con nadie más. Te quiero a mi lado. Te quiero reinando - Mira los ojos de Bek enseñándole su verdadero ser, su verdadero yo, desnudando su alma delante de sus ojos- Te amo Bek y nadie cambiará esto que siento-
Bek sintió su corazón latir y aquellas cosas rotas dentro suyo volvieron a repararse, ahora lloraba pero de felicidad, tenia a Horus a su lado, sufriendo porque iba a matarse, queriéndolo con miedo de perderle, amándolo como nunca antes lo había hecho. Se refugio en el pecho del mayor, necesitaba tenerlo cerca, que estuviera allí para el siempre. Necesitaba que nunca lo dejara, que los ojos de aquel dios siempre estuvieran encima suyo, que tuviera miedo de perderlo.
-Yo tambien te amo Horus- Respondió con la voz temblorosa- Pensé que nunca me querría ¡Creí que me despreciabas!- Sus lágrimas eran copiosas al igual que el ritmo de su corazón al bombear sangre-
-Nunca lo hice- Reparte pequeño besos alrededor de su rostro- Estaba asustado. Una de las peores cosas es la cobardía-
Se unieron sin aviso en un nostálgico beso, ambos se amaban, se querían y se necesitaban pero solo por ese momento. Las alas de Bek crecieron de tal forma que Horus no pudo sostenerlo en sus brazos, el cuerpo del menor empezó a iluminarse con una luz celestial al igual que sus alas, Horus le veía aterrado, se llevaban a su Bek. El ángel desterrado ya no tenia memoria y veía a aquel dios en frente suyo con indiferencia, no sabia quien era y no le interesaba. El cuerpo del menor se convirtió en luz, desapareciendo en un relámpago cegador, en las manos de Horus.
-¡No maldita sea!- Grito Horus al cielo- ¡Vuelve Bek! Te necesito- Sus lágrimas caían al suelo con rebeldía y amargura- Por favor vuelve-
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A N G E L
Fiksi PenggemarTenía todo, todo lo que necesitaba y todo lo que nunca imagino que tendría en su poder y a pesar de ser un dios y tener todo en sus manos a la vez no tenía nada. ●Hello esta es una fanfic de la peli "Los dioses de Egipto" La historia es a partir de...