Capítulo 20: "La verdadera pasarela"

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-¿Sabes el nombre?

-No estoy segura...escuché algo como Sas...Sei...algo así...

-Necesito que me mantengas al tanto de sus movimientos, no puedo creer que siendo su jefa, no me entere de las tonterías que hace este niño...

-¿Quiere que prepare la junta extraordinaria?

-Sí...y llámale a Kakashi....Naruto está muy distraído últimamente

-Como usted diga...

-Desde que empezó el concurso...no ha estado en sus cinco sentidos...es como sí...-se quedó pensando un momento como si dudara en decir o no, lo que se le había pasado por la mente-

-¿Kurenai-san?

-La chica que ganó el concurso...

-¿La chica que ganó el concurso?

-¿Cómo se llama?

-Ahhh –la chica buscaba entre todos los papeles que tenía en su recepción- se llama....Aikawa...Satzuki...-la miraba-

-Aikawa Satzuki... ¿ha trabajado antes para alguien?

-No

-¿Algún comercial? ¿Sesión con alguien más? ¿En otra agencia?

-En lo absoluto...

-¿De verdad? –comenzaba a dudar- ¿tienes su archivo?

-Sí, señora

-Mándamelo a mí oficina...quiero revisarlo

-Como usted ordene

-Quiero saber, quién es esa chica... y porque trae así a Naruto... "nunca lo había visto, en todo el tiempo que llevo trabajando con él" –se dijo así misma-

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-Se puede saber... ¿a ti, qué diablos te pasa?

-No me pasa nada...

-No me pasa nada –lo repetía con burla, pero a la vez con enojo- ¿quién te crees cómo para llegar así, y sacarme de esa manera?

-¿Cómo qué quién me creo, Sasuke? –hacía énfasis en la última palabra de la oración. Logrando que el susodicho se diera cuenta- Pues simplemente soy yo, y como se lo dije a tu amiguito, cuando alguien trabaja para mí –acercaba su rostro peligrosamente- entonces me pertenece –sonreía-

-Tú...no puedes estar hablando enserio...-lo miraba directamente a los ojos mientras lo seguía a pasos forzados, hasta llegar a su automóvil-

-Déjame abrirte la puerta, princesa –se burlaba de forma sonora, mientras las personas pasaban caminando, algunas otras corriendo, y que tal vez no prestaban atención, pero era inevitable para Sasuke, el hecho de que al menos en ese momento tenía que controlarse y fingir como todo el tiempo. Aunque ahora existía el problema de que con Naruto, sabiendo su "pequeño" secreto, el asunto se volvía bastante vergonzoso.

-Vete al demonio idiota, yo puedo hacerlo...sola –le sonreía con arrogancia y se metía al vehículo con toda la clase posible. Cuando Naruto hizo lo mismo y comenzaron a andar; Sasuke tenía suficientes dudas, como para saber que tenía ese hombre en mente. Lo peor es que tal vez, aunque no quisiera aceptarlo; Sasuke sentía una atracción, casi fatalista hacia toda esa lluvia de pensamientos, extraños y para él, inútiles que no le servirían para nada.

-Ya casi llegamos

-¿A dónde?

-Dije que había olvidado que tendríamos una sesión de fotos, ¿cierto?

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