Capítulo 22: "Metodología para quedarme siempre en tu corazón"

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 -Está dicho Kurenai, y no pienso mover mis piezas –se estiraba en la mesa, dando a entender que, fuera la respuesta que fuere, no iba a cambiar de opinión-

-Bueno....entonces ya te escuché a ti...pero, no he terminado con ella –volteaba a ver a la chica que se encontraba ahí sentada- me han llegado algunos rumores de sus compañeras...

-Todo lo que tenga que ver con esas chicas no me interesa. No se le hace normal, y natural, que siendo yo, la chica extraña que nadie conoce, pero que a todos les encanta, ¿les haya ganado el lugar por el que tanto han peleado durante tanto tiempo? Piénselo de esa forma...tampoco es que haya sido bien recibida por ellas

-La chica tiene razón Kurenai. Yo mismo lo he visto. En especial con Sakura, ¿la recuerdas no?

-De cualquier forma...

-De cualquier forma, ella quiere trabajar conmigo...tanto –hacía énfasis- como yo con ella –sonreía- ¿cierto?

-Cierto...es verdad que no siempre se tienen oportunidades así; no niego que este sujeto es un hígado, bueno, aveces, y que trabajar con él, será muy complicado. Pero realmente quiero hacerlo...podría ser, el despegue de una carrera prometedora

-Ustedes dos...se traen algo...

-¿Qué podemos haber planeado Kurenai? Deja de ver esas ridículas novelas, el hecho está, en que tú misma viste la sesión, tú misma viste las fotos...te gustaron, no lo puedes negar...

-Claro que yo no he visto...

-Si no hubieras visto nada, no estarías hablando del tema...pero, en realidad, estás haciendo gran énfasis en lo de las fotos, ¿no es cierto? Deja de mentir, no puedes engañarme; nos citaste porque querías cerciorarte acerca de la chica. Ver si realmente es ella, quién hizo esas fotos; observar si concuerda con lo que viste...no intentes engañarme...te conozco muy bien...jaque –le susurraba acercándose a su rostro-

-Pequeño y maldito engendro, me las vas a pagar algún día Naruto

-Mientras llega, tendrás que apoyar la campaña –le decía con burla-

-Los veo mañana en la oficina...si vamos a empezar, que sea de una vez. La sesión la quiero fuerte Naruto –lo señalaba- y no quiero errores –volteaba a ver a Satzuki- se me quitó el hambre –sentenció y dejó la servilleta que mantenía en sus piernas, a un lado de la mesa, donde se encontraba la comida ya servida- tú pagas –fue lo último que dijo, antes de tomar su bolsa con fuerza, e irse a toda velocidad por la puerta de salida, y de inmediato realizar una serie de llamadas para preparar la sesión del día siguiente-

-Sí que la haces rabiar Naruto

-Descuida, siempre es así...Kurenai es conocida también, porque es, en exceso explosiva. Creo que ya te has dado cuenta de eso –le guiñaba el ojo-

-Deja de hacer esas estupideces ¿quieres? –un ligero sonrojo se asomaba en sus mejillas-

-¿Por qué? –le preguntaba haciéndose el tonto, al haber notado ya su rostro-

-No seas idiota...come, se enfría

-Sí...claro –cortaba su carne, pero no podía evitar, el emanar una suave y cálida sonrisa en su rostro-

-¿Qué haremos hoy?

-Bueno...creo que sería bueno y sano para ti...arreglar las cosas con Gaara ¿no?

-¿Hablas enserio?

-Cariño, yo siempre hablo enserio...

-Sabes que no hablo de forma literal

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