Why So Lonely | KookV

8

Mis ojos se cerraban casi por sí solos, las clases esa mañana habían sido complejas y a pesar de ser solo medio día, lo único que deseaba era comer algo calentito y dormir por el resto de la tarde. Cansancio es lo único que sentía mi cuerpo, consecuencia de no haber dormido nada para estudiar para un examen que, al final, no había sido lo que esperaba. Cada paso era dado con esfuerzo y mi inspiración para seguir con el día, es saber que en casa hay una cama que ansia mi llegada.

— ¡Taehyung!— exclamó alguien a mis espaldas.

Me giré para encontrarme de frente con cierto chico de hombros anchos y cabello morado, le sonreí y él me sonrió de vuelta. Su presencia siempre resulta grata y acogedora.

— ¡Seokjin!— sus brazos me rodearon por los hombros en un abrazo— Hace varios días que no te veía.

— Bastantes, he estado ocupado con un trabajo grupal.— suspiró y embozó una sonrisa. Sus ojos me observaron detenidamente.

— ¿Qué sucede con esa expresión que traes?—preguntó, posiblemente, al ver mi cara de cansancio—. ¿O es acaso que extrañabas ver mi hermoso rostro?

Solté una inevitable risa ante aquello. Seokjin es alguien muy agradable y simpático, muy animado y divertido. Nos pusimos en marcha hacia la cafetería entre charlas animadas.

— Tuve un examen horrible— contesté—. La profesora Park hizo el peor examen hasta el momento, así que probablemente mi calificación sea igual de horrible. 

— La materia de la maestra Park es difícil, la salvé con trabajos extras — mencionó y miró el cielo con atención—. Parece que más tarde comenzará a nevar.

Miré el cielo que se encontraba cubierto de nubes, acompañado de un aire sumamente helado. Sentía mi cuerpo temblar levemente ante el creciente frío, pero a pesar de eso, los días así son mis favoritos en toda la expresión de la palabra.

Revisé mi teléfono en busca de la predicción del clima para el día siguiente. Tendría que apresurarme para llegar apresuradamente a casa después de clases, una vez que empiece a nevar no cesará por un largo tiempo. Me gustan los días así, pero desde pequeño siempre fui muy friolento, con manos y pies a menudo congelados al tacto, nunca lograban adquirir calidez a pesar de usar los calcetines más abrigados y los guantes más gruesos. Mantenerme en mi hogar rodeado de muchas mantas calentitas durmiendo durante largos períodos es mi panorama ideal, todo eso mientras suenan mis canciones favoritas por toda la habitación.

Definitivamente, necesito unas largas vacaciones y, lamentablemente, para ello aún quedaba aproximadamente un mes y medio.

Cuando entramos a la cafetería de la universidad, esperamos para ser atendidos por la chica que trabaja allí, quien me dedicó una dulce sonrisa al llegar al mesón. Pedí un sándwich de queso junto a una bebida energética y Seokjin imitó mi acción, pidiendo un rol de canela y un café. Mientras buscábamos una mesa para comer, una cabellera negra se asomó por la puerta y unos ojos castaños se cruzaron con los míos.