CAPITULO 2
CONTINUACIÓN.....
Amanecía... (en algún lugar del mundo) pero en el desierto dónde había acampado nuestro Sherif ya era medio día. Se había dormido!!! A la sombra de una roca, chorreando baba y sudor sobre la arena, cantando: " Oh Rosita, no llores más por mí....." y acariciando la melena de su caballo, que, por refugiarse del solazo, se tiró en el piso bajo la sombra de la roca junto a su amo.
Lo despertó un beso...
Un beso fogoso y apasionado, tibio, humedo y muy muy.... asqueroso!!! ¡¡¡Sugar!!!! ¡¡¡No me beses!!!
¡Hacía tanto calor!....
El sol curtía todo a su paso y nuestro distraído amigo estaba a punto de presenciar los misterios más grandes jamás vistos por esos confines del mundo.
Era tanta la sed que tenía que empezó a caminar en busca del riachuelo que él conocía, decía-" No debe estar lejos... "
Llevaba a su caballo de tiro, paso a paso avanzando hacia la nada.... se habían perdido!!!Caminó cuanto pudo, se arrastró, gruñó, gritó, lloró, hizo sus oraciones, encomendó su alma a Dios.... y de pronto tras una colina le pareció ver un jinete.
Era muy grande para lo lejos que estaba... era muy extraño... pensó que debía ser como un espejismo, o inventos de su imaginación deshidratada y moribunda... y... cayó...
Lo despertó un beso....
.. ah, perdón, eso
ya lo contamos... pero he aquí realmente la real realidad.... lo despertó un beso... sí! Qué dije que no se entiende? Un beso: "Contacto o presión que se hace con los labios sobre una persona o una cosa, contrayéndolos y separándolos, en señal de amor, afecto, deseo, saludo, respeto, etc. (Definición de Google),O sino más fino aún: Un ósculo:
nombre masculino 1. formal. Beso.
2. ZOOLOGÍA. Boca o abertura de la cavidad atrial de las esponjas. ( ¿Les gustó la definición? ¿Vieron que no saben nada?).¡Muáaaa! Sonó y resonó la boca de Remington, tan sorprendido como asqueado se levantó de golpe quedando completamente erguido, tomó las riendas de su caballo y con la cara desencajada por el asco intentó traducir qué cosa lo había besado.
-"¿Será que este desierto está lleno de caballos besucones?"- se preguntó.
Intentando ver la silueta frente a él se hizo sombra con su sombrero y fue tal el susto que con fuerzas que salieron quién sabe de dónde corrió como si lo persiguiera el Diablo.
Corrió tanto que llegó al tan ansiado riachuelo, tropezó con una roca y se enterró de cabeza en el barro.
Lentamente Sugar se fue acercando a él y con su santa paciencia lo tomó por el pantalón y casi mordiéndole una nalga logró sacarlo del barro.
Luego se puso a tomar agua y relinchaba como si se estuviera riendo a carcajadas de la desgracia del maltrecho Remington. Éste vió el agua y se tiró de cabeza, esta vez un poco más adelante de la orilla llena de barro, tomando grandes sorbos en los cuales tragaba pasto, barro y quién sabe cuánto bicho.
Cuando calmó su sed y se despegó el barro, quiso saber qué o quién lo besó.
Pues ya estaba totalmente repuesto y no iba a permitir que cualquiera se propasara con él solo porque lo vieran indefenso y a punto de estirar la pata.
Menuda sorpresa se llevó, pues tras unas rocas y arbustos se asomaba algo marrón, parecía pelaje. Él pensó -" Esta me la paga!" Tras las rocas con una altura de 2 metros o más, con un peso como de 300 kilos o más se encontraba..... una roca muy grande... y tras ella.... ¡¡La Gran Chiken!!
Dió por hecho que tenía que ser porque nunca había visto una gallina tan grande. Lo que más le interesó y sorprendió fue que sobre su lomo tenía una silla de montar y sobre la silla había una muchacha rubia, con el cabello muy largo, trenzado hacia un costado, era hermosa con ojos muy azules y brillantes, una piel perfectamente limpia a pesar de encontrarse en un lugar tan sucio. Su ropa era india pero ella era blanca.
Al principio no se dió cuenta, pero luego de mirarla un rato la encontró conocida, ¿ de dónde la conocía?
Pensó, pensó y re pensó y luego volvió a re pensar lo re pensado... no podía ser... Sería realmente ella?...
¿ Quién? ¡ Yo que sé! Yo solo soy el narrador, a mi nadie me dice nunca nada! Tengo que andar adivinando para poder contarles la historia!!! Bueno, ya me desahogué, continuemos...
Cuenta una leyenda india que la mujer blanca con cabellos como el sol que cabalga plumas es la elegida para cumplir una misión, es quien debe salvar a su pueblo y quién robe su corazón será castigado con una maldición. (Buena leyenda no? ;).
Remington se dió cuenta que esa chica le resultaba familiar pero no olvidaría una cara como esa si la hubiese visto antes.
Entonces, intentando no tartamudear, quiso hacerse el galán irresistible, puso pose de galán irresistible y voz de galán irresistible mezclada con superhéroe... se acomodó el sombrero del cual caía barro, agua y pasto, se subió los pantalones, que se le habían aflojado un poco con la caída, y con ojos de corazoncitos le dijo:-" Qué haces por aquí sola damita?"- no dijo nada de la gigantezca gallina en la cual montaba, eso parecía que le resultaba lo más normal del mundo.La chica lo miró, se sonrió con simpatía burlona y con las riendas hizo girar su "corcel" emplumado cual jefe indio en los clásicos films de antaño.
Esto a Remington lo descolocó, ¿se estaba burlando de él? Ah, nooooo!!!, qué se piensa esa niña que se va a reír de mi y me voy a quedar callado?
Muy indignado y con su orgullo herido subió sobre Sugar, pero subió tan rápido que cayó por el otro lado a más velocidad aún. Sugar relinchaba como si se estubiera muriendo de risa.
Remington se levantó de golpe como si tuviera resortes en los pies, mirando para todos lados por si alguien lo había visto caer tan espectacularmente, tomó su sombrero del suelo, se lo colocó y volvió a subir sobre Sugar, esta vez con más calma y paciencia.
Luego dijo-" ¿Qué iba a hacer yooooo?". Entonces recordó, a sí, seguir a la damita esa que no sé que se piensa, que se cree tan importante y se burla de una persona tan especial como yo! ¡Yo represento la ley! ¡La autoridá! ¡Tengo que encontrarla!
CONTINUARÁ........
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Una de Vaqueros...
FantasyHace mucho tiempo en el Lejano Oeste... Él se llamaba Remington Cooper... y claro que con ese nombre no podía ser ni cobarde, ni modesto, ni poco inteligente, ni pobre, ni faltarle elegancia, ni sin el porte adecuado para que cualquier dama perdiera...