La Gran Chiken (PARTE 10)

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CONTINUACIÓN....

La anciana luego de comprender todo lo sucedido a esta pequeña le agradeció profundamente a los Grandes Espíritus y se reunió con otros ancianos que esperaban muy pacientemente afuera de la tienda.

Les explicó brevemente la visión que había tenido y decidieron que debían traer a Rosita junto a Pluma Blanca para restaurar su energía vital.

Un indiesito de unos 10 años llamado Gall dijo que él tenía a un amigo en el pueblo y quizás si le explicaba lo que sucedía él los podía ayudar.

Dicho esto el niño partió rumbo a Crockle City a toda prisa.

Cuando llegó ya era de noche, se acercó a la casa de su amigo y allí lo vió; era Piere, también tenía 10 años y era muy amigo de Gall.

Se acercó con cuidado de no ser visto y luego de un abrazo amistoso le explicó lo sucedido.

Piere de inmediato le dijo que lo ayudaría, pero debían esperar a la mañana siguiente para no levantar sospechas de parte de los vaqueros del pueblo o del Sherif.

A la mañana siguiente Piere fue a ver a Rosita, la encontró en el granero del Sr. Billy.

No podía explicarle todo con exactitud porque era mucho para la niña pero le dijo que necesitaba de su ayuda para salvar a una persona muy mal herida.

Una vez en la aldea le explicarían todo.

Ella sabía que no era hija del Sr. Billy y su esposa, por eso siempre le decía tío, pero su verdadera historia no la sabía y menos aún que tenía una hermana gemela.

Cuando llegaron a la tienda donde estaba Pluma Blanca la anciana que había tenido la visión la recibió, le dió un gran abrazo y le dijo que se sorprendería mucho con lo que vería pero que no se asustara pues ella era muy especial.

Ante ella estaba la tienda, cubierta de árboles llenos de flores y de frutos maduros, lo cual le pareció muy extraño y maravilloso.

Y en su interior vió una especie de altar con una persona encima.

Cuando se acercó vió que era una niña exactamente igual a ella.

Ésto la asustó un poco y retrocedió unos pasos, pero Piere se acercó a ella y le dijo que no tuviera miedo, que nadie le haría daño allí y que la única salvación de esa niña era ella.

La niña sintió de inmediato una gran conección con la otra pequeña, fue acercándose lentamente, puso la mano en su frente y luego la abrazó. Con lágrimas en los ojos dijo:
-" Hermana, al fin nos encontramos nuevamente".

La leyenda ahora sí estaba completa.

Inmediatamente Pluma Blanca despertó y La Gran Chicken se asomó en la tienda sobresaltando a Rosita por la impresión de ver un ser tan extraño y gigante.

Los Grandes Espíritus hablaron a travéz de la anciana: -" Bienvenidas a su futuro, pequeñas, ustedes serán las portadoras de la esperanza y la paz para todos los puros de corazón".

Rosita cuando abrazó a su hermana había recordado todo lo que había pasado con su mamá y su hermana, a pesar de que era muy pequeña esos recuerdos habían sido reprimidos y el encuentro la hizo recordar.

Pluma Blanca llorando de alegría y emoción abrazó a su hermana y le prometió que jamás se separarían de nuevo.

Los indígenas estaban muy felices de ver bien a Pluma Blanca y por todo lo que había sucedido.

De inmediato la niña se dirigió a ellos con estas palabras:
-" Gracias por reunirme nuevamente con mi hermana perdida, los Grandes Espíritus tienen planes maravillosos para todos ustedes, quien realmente albergue bondad en su corazón será recompenzado con todo lo necesario para vivir, paz y amor.
Los guiaré a un lugar dónde no existe el hambre, ni la sed, ni las enfermedades y la maldad no tiene lugar.
Un lugar secreto, llamado El Valle de la Vida, escondido en el corazón del desierto en el cual sólo pueden entrar quienes los Grandes Espíritus permitan.
Pero hay algo que deben saber, deben decidir si se quedan o se van, pues luego de entrar allí no podrán salir, no son prisioneros pero si salen nunca más podrán regresar allí, pues los Grandes Espíritus no dan segundas oportunidades, una vez fuera nunca más podrán encontrar el camino de regreso. Debemos descansar, juntar provisiones y salir al bajar el sol, pues nos espera un viaje de 2 días por el desierto".
Cuando tuvieron todo pronto partieron rumbo a su hogar definitivo, donde por fin podrían descansar y vivir en paz.

Las gemelas iban juntas montadas sobre La Gran Chicken, conversaban sobre sus vidas, sobre todo lo que no habían podido compartir por la desdicha de su secuestro.

Rosita le contó lo afortunada que fue de ser rescatada por aquel soldado y lo bien que la trataban el tío Billy y su esposa.

Pero que por más que no recordaba nada de lo sucedido antes de conocerlos y le brindaban amor y todo lo que necesitaba, ella siempre sentía que estaba incompleta, como si hubiera perdido algo muy importante y no pudiera recordar qué era o dónde estaba.

Pluma Blanca no había tenido tanta suerte, pero se había criado junto a su mamá.

Habían sido cautivas por tantos años y tan traumática había sido su captura que ella tampoco recordaba su vida antes de eso.

No la recordaba a ella, ni a su padre, ni a su abuelo, ni la vida en la cabaña con la tribu.

Todo esto lo recordó con lujo de detalles al encontrarse con su hermana y abrazarla.

Fue mágico, los Grandes Espíritus les permitieron recordar todo y las curaron a ambas, pues sus almas estaban divididas e incompletas, ellos les permitieron sanar sus corazones y sus espíritus.

Avanzaban en la noche y descansaban en cuevas o donde podían, lo más escondidos posible y lo más rápido que sus cansados pies les permitían.

Cuando estaban casi al llegar los Grandes Espíritus les tenían una gran noticia a las niñas, les dijeron que su madre aún vivía, que había sido encontrada por los indios que la habían tenido cautiva anteriormente, que la habían salvado de la mordedura de la serpiente y que la tenían como prisionera.

Por más que la torturaron preguntándole por su hija les respondía siempre que había muerto, que había caido por un risco sin que ella pudiera ayudarla.

Además les dijeron que su papá no había muerto y que estaba prisionero en un pueblo por haber atacado a unos soldados creyendo que eran los secuestradores de su familia.

Saber que su mamá y su papá vivían puso muy contentas a las niñas y planearon rescatarlos luego de encontrar el Valle.

Anduvieron una noche más y al llegar el amanecer encontraron una gran roca sobre la cual los Grandes Espíritus habían dejado una pluma blanca.

Descansaron un poco y con mucha alegría vieron como lentamente se abría una entrada a una gruta, era algo como mágico, imposible de ver por más que la buscaran.

Al otro lado de la entrada se veía un lugar paradisíaco, con verdes prados y mucha agua, había animales, árboles llenos de frutos, era realmente hermoso y mágico.

Piere había ido con ellos pero sabía que no podía entrar, pidió disculpas a la tribu y a los Grandes Espíritus, les dijo que no podía desaparecer porque tenía un gran amigo al cual había prometido proteger pasara lo que pasara y no lo iba a abandonar, además su familia no merecía el dolor de que desapareciera así sin más.

Rosita por su parte debía regresar también, pues por mucho que la alegraba haber encontrado a su hermana, el tío Billy y su esposa habían sido muy buenos con ella siempre y les rompería el corazón si no volvía.

Pero Rosita no tenía problema para volver porque al igual que Pluma Blanca ella podía entrar y salir cuando quisiera porque era también parte de la leyenda.

CONTINUARÁ.....

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