Continuación.....
El tiempo fue pasando y las niñas crecieron, eran muy blancas, sus cabellos eran tan amarillos como el sol con grandes rulos hermosos y ojos azules.
Hablaban los dos idiomas y vestían ropas indias porque era lo más adecuado ya que por esos lugares no había tiendas dónde comprar ropa para niñas.
Cuando cumplieron 4 años el abuelo falleció, estaba ya muy mayor y por más que la tribu le había brindado todos sus cuidados y conocimientos su salud ya estaba deteriorada desde que llegaron a ese lugar.
Le brindaron todos los honores que se le daban a los miembros de la tribu ya que era muy querido por todos.
Era una persona muy inteligente, amable y de muy buen corazón, había aprendido el idioma de la tribu y les enseñaba todo cuanto podía a quien se lo pidiera.
Los niños amaban acercarse a él. Le llamaban "Wakan Tanka" ("Espíritu Sagrado") o "Abuelo" porque les contestaba siempre todas sus preguntas con mucha sabiduría, les tenía mucha paciencia y siempre los defendía cuando hacían alguna travezura.
Fue muy triste para todos que muriera, pero él se fue con una sonriza, sabiendo que dejaba a su hija y a sus nietitas con personas que las amaban y que las cuidarían mucho, se sentía muy afortunado de haber roto su carreta allí y no en el desierto o en algún lugar donde pudieran haberlos atacado o haberlos matado.
Se despidió de todos y se unió a los grandes espíritus en el mundo espiritual.
A los pocos meses pasó por allí un regimiento de soldados, ya sabían que no debían traspasar los límites marcados por aquella tribu tan temida pero les asombró mucho al pasar por ahí ver una cabaña, una mujer blanca y dos niñas pequeñas, blancas y rubias corriendo por la pradera.
Creyeron que habían sido raptadas por los indios.
El comentario se extendió como pólvora y unos mercenarios que lo escucharon, habían escuchado de una recompensa que se ofrecía por encontrar a una joven rubia de ojos azules que había desaparecido hacía unos años en aquellas tierras junto a su anciano padre.
Así fue que planearon rescatarla y cobrar la recompensa pues quién la ofrecía era un Duque muy adinerado, tío de la jóven desaparecida.
Una noche cuando todos dormían los bandidos se acercaron a los límites de la tribu y desde allí observaron la cabaña, los alrededores y la vigilancia que tenía.
Pudieron observar que aquella mujer no estaba allí contra su voluntad, que un indio era su esposo y que aquella cabaña era su hogar.
Pero como la recompensa era muy jugosa planearon llevarsela por la fuerza si era necesario.
Sabían que tenían que poner en práctica un plan muy ingenioso si querían salirse con la suya y sobrevivir.
Así que con mucha cautela a la noche siguiente pusieron unos polvos, en el agua, que los dormiría profundamente y así podrían sacar de la cabaña a la joven y a las gemelas.
El silencio y la negrura de la noche ayudaron a los bandidos a no ser detectados y cargando en sus hombros a las damas dormidas se marcharon, dejando a Nube Negra sin sentido en su cabaña.
El efecto duró unas horas y para cuando despertó los bandidos ya estaban muy lejos.
Su desgarrador grito se escuchó en la madrugada con tal desesperación que todos los centinelas de la tribu dieron la señal de alarma.
Formaron un grupo de búsqueda, rastreadores, los más valientes y bravos guerreros junto a Nube Negra encontrarían a Eliza y a las niñas y las traerían de regreso con su familia, pues la tribu era su familia por elección y por sangre.
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Una de Vaqueros...
FantasyHace mucho tiempo en el Lejano Oeste... Él se llamaba Remington Cooper... y claro que con ese nombre no podía ser ni cobarde, ni modesto, ni poco inteligente, ni pobre, ni faltarle elegancia, ni sin el porte adecuado para que cualquier dama perdiera...