Mis cuatro niveles

Capítulo 30

Jungkook y yo pasamos el domingo juntos, estaba muy feliz, platicamos, hicimos el amor muchas veces, tantas que el culo me duele. Pero lo pase muy bien. Jungkook retomó el tema de casarse, de verdad que eso me ponía mal, pero de una u otra manera sabía que era un tema que teníamos que definir, en si toda nuestra relación, de mientras seguiríamos como hasta ahora, sabiendo que somos novios, viéndonos en algún lugar y si su papá lo obligaba a casarse pasaría de ser el novio al amante. No sé ni por qué lo acepté, solo sé que no quiero perder a Jungkook y que, aunque me dolió hasta el alma, acepté, ambos lloramos porque sabíamos que ni eso podríamos lograr.

Pero fue de alguna manera reconfortante saber que me amaba y que si se casaba era por obligación y no por amor, ya en aquella ocasión me había platicado lo que para él significaba tener una familia, el regresar a casa y saber que la persona que esté ahí, es porque te ama por lo que eres y no por lo que tienes, que sabes que esa persona daría hasta la vida por ti... y yo lo haría por Jungkook y sé que él por mí. Pero la realidad era que, nos tendríamos que ver a escondidas, y no muy seguido. Eso era lo frustrante y traumante de nuestra relación.

Por la tarde como a eso de las siete me llevó a mi casa, nos despedimos con un fuerte abrazo, sin querer separarnos, con lágrimas en los ojos, pero de alguna manera felices por nuestro encuentro el día de hoy.

Bajé del coche y me adentré a mi cuarto, hoy se sentía muy frío, pero no era el clima, sino el vacío que me había dejado Jungkook. Me bañé y me fui a dormir.

A la mañana siguiente me fui a la universidad, no esperé ver si estaba Jungkook sabía que debíamos ser discretos incluso en la escuela, tal vez un mensaje sin mucho que decir, el simple hecho de saber que estábamos en el mismo lugar y que en el almuerzo nos veríamos, pero sin besarnos o tocarnos mucho, más que por debajo de la mesa. Era frustrante, pero al menos estábamos cerca.

A la hora de la salida, me dirigía como siempre a mi casa, pero el auto del señor Jeon se puso junto a mi, me detuve y el chófer se bajó y me abrió la puerta para que subiera. No quería hacerlo, porque sabía a qué iba todo ello. Sin embargo, subí, el señor Jeon no dijo nada. El chófer arrancó el coche y se dirigió a las afueras de la ciudad, de hecho, por donde vive el señor Min. No le vi relación en ese momento.

Lo primero que imaginé es que me daría una paliza, y me dejaría a la orilla de la carretera, me puse muy nervioso, pero pensé en que era a mi o a Jungkook y prefería que fuera a mí, y fue así que me armé de valor, no por ello no tenía ganas de vomitar, sudaba y tenía revuelto el estómago, no, pero al menos sabía que lo que habíamos platicado Jungkook y yo ayer, sería cierto, daría mi vida por él.

El chófer detuvo el carro, salió y me abrió la puerta, tomé aire y bajé del auto. Seguí al señor Jeon que ya se había bajado del otro extremo del carro, y me adentro al pastizal. Se giró para verme y hablarme viéndome directamente a los ojos.

SJ- Veo que mi hijo y tu siguen viéndose.
JM- ...
SJ- Creí que te había quedado claro que no te quiero cerca de él.
JM- Señor Jeon, quiero a su hijo, y él me quiere a mí, ¿Por qué le es tan difícil comprenderlo?
SJ- ¿Qué tú le quieres? No me hagas reír, eso que tú haces con mi hijo no es amor. No sé qué sea, pero lo vas a dañar y no voy a permitirlo.
JM- Lo amo, y eso usted no puede evitarlo.
SJ- Pero tu si. Mira Jimin, te he investigado, sé que eres un estudiante ejemplar y que muy probablemente saldrás con mención honorífica cuando termines la carrera, eso es genial, bien por ti. Me he enterado de que tus padres son de recursos económicos bajos, que tu padre tuvo un accidente y que la cuenta del hospital, bueno, subió por los cielos, tanto, que tuvieron que dejar en garantía la hipoteca de la casa.
Por la cara que pones, sé ahora que no lo sabías, pero espera, esto es aún mejor, la cuenta del hospital fue liquidada y aunque se tuvo que pagar una penalización, la cuenta de la casa también se liquidó.
Entonces me puse a pensar, cómo es posible que Jimin pudiera ayudar a pagar eso, así que seguí investigando y ¡Vaya! ¡Tienes un benefactor! ¡Que fue quien pagó la deuda de tu familia! Espera, espera, no digas nada, ¡esto se pone aún mejor! Me fue, muy, muy difícil encontrar quién era, pero sus negocios no tenían nada de relación contigo, así que investigué sus pasatiempos y ¡BINGO! Ahí si entras tú.... Min Yoongi es tu benefactor ¿Te resulta conocido su nombre?