Mis cuatro niveles

Capítulo 17

Volví a despertar como a las dos de la tarde, no tenía dolor de cabeza, ni estaba mareado, de hecho me sentía muy bien, ese "Relajante muscular" es la gloria, aunque definitivamente cinco gotas eran demasiadas, me sentía muy relajado aunque tenía mucha hambre, bajé a comer algo al pequeño restaurante de siempre, regresé, adelanté un poco de tarea, la tarea para el lunes ya la tenía hecha, pero tenía varios proyectos para fin de mes y otros a mediados del siguiente, cómo me molesta que dejen tantos deberes, pero si como dijo Soo tendré trabajo los fines de semana, más me valía ir adelantándolos.

A eso de las ocho terminé, me bañé y me arreglé estaba nervioso e impaciente, no me comuniqué ni me llamó o mando mensaje ni Tae, ni Jungkook, traté de relajarme, pero no lo logré, cuando Choi llegó, tomé el frasco que me había dado el señor Nye y salí.

Choi me dio la tarjeta y el número de habitación. Cuando estuve en el baño, tomé el vaso que estaba ahí, lo serví a la mitad y puse dos gotas del frasco y lo bebí, sabía mejor con el alcohol, pues el vino ayer quitó el sabor amargo que tenían las gotas.

Respiré profundo y salí con la bata a hacer mi trabajo con el señor Kang.
Si duda las gotas me ayudaron muchísimo, pues el placer que ya sentía con cada embestida era notorio. Por una parte no me gustaba, pues no quería disfrutar para nada, pero el estar tan presionado, sentía que me agobiaba al hacerlo, la presión en el pecho, el dolor de estómago y las contracturas que ya tenía en el cuerpo, eran dolorosas, solo quería dejar de sentir esa opresión y ese dolor en mi cuerpo. No tomé las gotas con el afán de disfrutar, sino las tomé para dejar de sentir tanto dolor físico.

Y es que el viernes dormí muy bien, muy tranquilo, entre las pesadillas, el acostarse llorando hasta quedarse dormido, ya me estaban marcando ojeras y piel pálida, sabía que eso tarde o temprano traería muchas preguntas y es lo que menos deseo.

Choi me dejó en casa, me sentía tranquilo, guardé el frasco, pues si lo llegaba a ocupar, sería hasta el próximo fin de semana, me bañé, encendí el celular y tenía un mensaje de Kookie el cual solo dejaba dicho >>Te quiero<< Sonreí al leerlo, pero no le contesté, tenía sueño y sabía que si estaba despierto, nos pasaríamos la madrugada tonteando.

El señor Kang no fue brusco conmigo, pero a pesar de que me sentí cansado cuando terminamos de tener sexo, al querer levantarme para irme, tomó de mi mano y me dijo que me relajará, por lo que entendí, que él no sería un cliente que solo quisiera sexo una sola vez, me pidió que sirviera whisky para los dos, tomamos, le hice sexo oral para después volver a tener sexo conmigo. Así que en verdad estaba cansado y deseaba dormir profundamente.

A la mañana siguiente me despertó el timbre del teléfono, era Jungkook eran las 12:00, así que me alisté pues dijo que en 40 minutos pasaba por mi.

JK- ¿Ya desayunaste?
JM- No, cuando llamaste me despertaste.

Él sonrió, pegó su frente a la mía, y me dio un beso, arrancó el coche y nos dirigimos hacia el muelle, me encanta este lugar, que tiene un enorme lago, un puente en donde en su mayoría son parejas, van tomados de la mano y disfrutando de los árboles de sakura que desprenden sus hojas, es tan bello, pocas veces tuve la oportunidad de venir, pero hacerlo hoy en un día fresco, pero con un hermoso cielo despejado, me hacia sentir muy feliz.

Jungkook aparcó el auto, salimos, tomó de mi mano y nos fuimos a ver el lago, ahí mismo comimos, el ambiente era maravilloso y la verdad estaba muy emocionado, estuvimos caminando por mucho rato, hasta que encontramos un árbol con una copa amplia y ahí nos sentamos, me recosté al cabo de unos minutos en las piernas de Jungkook, el acarició mis cabellos y yo podía admirar su bello rostro.

JM- ¡Me gustas!

Jungkook sonrió y delineaba mis facciones, me gustaba que se paseará por mi nariz y mis labios. Mordí su dedo cuando logró tocarlos por quinta vez.
Gritó del susto, porque en realidad no lo mordí fuerte, se levantó de un brinco, dejando caer mi cabeza, se chupaba el dedo como si en realidad lo hubiera dañado. Yo no paraba de reír por la cara que hacía.
Pero entonces su mirada cambio y entonces se terminó la risa y me preocupe, Jungkook se vino hacia mi, se puso a horcadas, tomó mis manos con la mano izquierda y con la derecha comenzó a hacerme cosquillas.