Capítulo 1.

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" Tengo la impresión de estar perdiendo interés por todo. Tal vez se deba a que estoy creciendo o que la vida se está volviendo más asquerosa"

Pregúntale a Alicia.

Esta es una historia totalmente diferente a las de amor de hoy en dia que son siempre la misma trama, ¿Como lo se? Porque yo fui parte de la historia, junto con alguien muy especial que me enseñó demasiadas cosas, tantas que cambie por completo mi manera de ver las cosas, pero dejémonos de rodeos y comenzaré con la historia, bien, ¿Por donde empezar? Ah si, todo esto comenzó en una casa de los barrios bajos en Stavropol, Rusia, misma en la cual vivía una joven junto con su abuela, bueno la joven sólo era mitad Española ya que su madre era originaria de Rusia pero, vivió su niñez y parte de su adolescencia en España, sin embargo, se preguntarán ¿Que hace ella en Rusia? Bueno verán, sus padres eran de esas personas que viajan mucho por el mundo por cuestiones de trabajo y bueno un día ocurrió que el avión en el que viajaban, ya que trabajaban en el mismo lugar y los mandaban siempre juntos a cerrar un negocio y cosas así, para hacérselos fácil uno era el complemento del otro, bueno dicho esto, en el avión en el que viajaban tuvo dificultades y todo terminó en una catástrofe en la cual murieron los dos al instante cuado impactó el avión en la tierra.

Naturalmente ellos antes de morir dejaron un testamento en el que decía que si algo les llegaba a ocurrir que le dejaban todos sus ahorros a su hija y la custodia a de la misma a su abuela materna, obviamente no era mucho dinero el cual le dejaron sus padres pero le ayudó mucho en cuestiones de transportar todas sus cosas hasta Rusia y darle lo que le sobró a su abuela para que lo ocupará para lo que hiciera falta en el hogar, su pequeña fortuna sólo le sirvió para 3 meses, después de este tiempo se vio obligada a entrar a trabajar, pero ¿En donde trabajar si apenas se tiene 17 años?, nadie la acepto en los lugares que solicitó trabajo por la edad claro, hasta que encontró un trabajo de medio tiempo cuidando a un par de viejos, la paga no era muy buena pero por lo menos ayudaba a los gastos de la casa, entró a la escuela para terminar la secundaria, todos los días saliendo de la escuela corría a la casa de los viejos, literalmente, para cuidarlos, saliendo de su trabajo, a eso de las 7 de la noche, llegaba a la casa de la abuela muy cansada pero tenía que cumplir con su tarea y estudiar para tener buen promedio, tenía que hacerlo para poder entrar a la preparatoria con beca y tal vez a la universidad, las semanas dieron lugar a meses y los meses a años, en los cuales la joven siempre tenía que hacer las cosas del día anterior, no tenía amigos puesto que ella pensaba que no tenía tiempo para eso y mucho menos novio, pero todos esos esfuerzos dieron sus frutos y entró becada a la preparatoria que quería por cuestiones de que está era la que quedaba más cerca de su casa.

Ella no es para nada fea, bueno a mi parecer claro, tiene el cabello color rojo sangre, heredado de su padre, ojos azules, de un azul que sólo se puede ver cuando el cielo está despejado, sin nada de nubes vamos, con pequeñas motitas de color blanco como la nieve, tez blanca como la leche, medio alta, un poco delgada, bueno más bien lo normal, ni muy flaca ni muy rellenita, labios de color rosa que toda mujer quisiera tener y con ellos una sonrisa que te alegra tu día más gris, nariz respingada y pequeña, y todo esto complementado con unas ganas de seguir adelante admirables, junto con un espíritu soñador, terca como ella sola y testaruda a más no poder, he de decir que cuando tenía una meta hacia todo lo que fuese para llegar a ella sin importar el costo, misma terquedad que le ayudó a entrar a la misma preparatoria que yo.
Y ahí es donde empieza esta historia, que si bien puede llegar a pasar como una novela hecha por un escritor, yo doy fe que no es así y que todo lo relatado aquí es verdad.

Después de Axel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora