Capítulo 10.

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"Educa a los niños y no será necesario castigar a los hombres"
Pitágoras.

AXEL.

Hoy es el día, maldito reloj ¿Porque no sonaste la alarma dentro de un siglo? Tengo que llegar un poco más temprano de lo normal para planear bien que es lo que le tengo que decir a la pelirroja para comenzar con la estúpida apuesta, saltó de la cama y me dirijo directamente aL cuarto de baño a tomar una ducha rápida, terminó lo más rápido que pude en bañarme, me visto con ropa algo casual, desayuno una tostada con mermelada, jugo de naranja y unos huevos revueltos con jamón y tocino, al terminar me lavo los dientes y mientras me dirijo a la puerta principal de la casa comienzo a idear uno y mil planes diferentes que se escuchen creíbles para hablar con ella.

Llegamos a la escuela antes de que abrieran la puerta, espero unos momentos afuera y cuando abren soy el primero en entrar y al momento me dirijo a los salones de enlace, son los salones más solos a cualquier hora que hay en el instituto y a estas horas del día prácticamente no hay nadie, ni un alma que ande por ahí, perfecto para pensar bien las cosas y acomodar ideas y también para librarme de Simone unas cuantas horas.

Llegó y lo primero que veo es una enorme melena de cabello rojo, la propietaria creo que esta desayunando y cuando termina se da media vuelta para recoger sus cosas del suelo y cuado veo quien es prácticamente todos mis planes se vienen abajo.

Mis pies comienzan a caminar en dirección a la pelirroja y yo no tengo nada más que hacer más que dejar que me lleven porque mi cerebro les da la orden de dar media vuelta y salir de aquí lo más rápido posible pero tal parece que ellos tienen otro plan, ja como si pensarán.

Al momento de que llegó hasta ella me agachó a recoger unas cuantas cosas que le hacen falta recoger del suelo, unos cuadernos y un suéter rallado azul con blanco, las recojo al mismo tiempo que ella, de milagro me vio y no se acercó más a recoger las cosas, las recojo con sumo cuidado y cuando se más extiendo para que las tome dice algo que jamás se me borrara de la mente.

-Gracias- me dijo con un tono algo temeroso.

-De nada- y sin darme cuenta le sonrió muy ampliamente.

-Me llamo Adalia.

-Que bonito nombre-Le digo con los ojos cerrados ya que estaba disfrutando cada palabra que salía de su boca.

- Oye la verdad yo se quien eres y bueno- se calla unos momentos y agrega- es muy inusual que alguien como tu este hablando con alguien como yo, que soy muy poca cosa.

-Ah, si bueno- piensa algo- sólo pasaba por aquí y bueno quise hacer mi "ayuda a alguien diario" contigo, ya sabes los tontos propósitos de fin de año.

-Ah bueno, ya me tengo que ir, fue un gusto hablar contigo, adiós.

-Si claro adiós, también fue un gusto hablar contigo.

-Si, adiós.

Termina de decirlo y se va como alma que lleva el diablo, bien creo que si llevaba prisa en irse o alomejor se puso así por lo mismo que dijo, no es para nada común que alguien como yo hablé con alguien como ella, hay ¿Como pudiste ser tan obvio Axel?

Cuando estoy a punto de darme un tiro por lo frustrado que estaba me viene a la mente la mejor idea que pude haber pensado en todo el tiempo que comenzó la apuesta, comienzo a caminar hacia la oficina del director y cuando llegó abro la puerta sin haber tocado antes, entró y la cara de sorpresa que tiene el director casi me arranca una carcajada, ahora no es momento para eso, vamos dile lo que se te ocurrió hace unos momentos antes de que se te olvide.

-Necesito a alguien que me ayude con unas materias.

-Primero buenos días señor Malpich y segundo no le parece que es muy temprano para que me pida algo así.

-Si lo sé pero quería saber desde ahorita quien me podría asesorar, no quiero perder un año aquí.

-Apesar de que su decisión es muy temprana me parece que ya está comenzando a entender su problema académico.

-¿Y bien?- le pregunto algo ansioso.

-Pues le podría decir a un alumno de su propio salón, se apellida Ourk.

-¿No hay nadie más aparte de él?

-Si bueno esta una estudiante un año más chica que usted pero es muy buena con todas las materias y ya está adelantando unas clases del siguiente año.

-¿Como se llama?

-Adalia Morgoth, mire.

Me muestra una foto de ella y para mi sorpresa es la misma con la que hable esta mañana y con la que tengo que cumplir mi apuesta.

-Bien esta perfecto.

-Pero hay un inconveniente ella trabaja después de clases, así que tendría que ver usted como se van a arreglar con eso.

-Si no hay problema ¿Cuando mandaría el escrito?

-Por ser para usted y que ya de una buena vez se ponga a estudiar, ahora mismo.

-Muchas gracia.

Me doy media vuelta y y cuando salgo de la oficina del director casi estoy que no me creo que hoy mismo comience todo, bien supongo que se tiene sus virtudes cuando eres de familia adinerada, ahora sólo queda esperar a que ella se reúna conmigo, mejor idea no se me pudo haber ocurrido.

Después de Axel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora