Capítulo 4.

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"Usted no sabe como yo valoro su sencillo coraje de quererme"
Mario Benedetti.

AXEL.

Ah no puede ser ya es de día tan rápido, maldición y esta resaca que aún no se me quita desde ayer, pero bueno estuvo muy bien la fiesta y más las nenas que estaban ahí, fue una noche inolvidable, claro de tantas que he tenido, maldición no quiero ir a la escuela hoy.

Hago un esfuerzo sobrehumano para salir de la cama, me meto a bañar teniendo alguna esperanza de que se me quite un poco la resaca con el agua pero tal parece que tome mucho ayer ya que no se me quito para nada, salgo, como me puedo me visto, salgo con toda la calma del mundo de la casa y le digo a Dimitri, mi chofer, que me lleve a la escuela, llegamos tarde y como es de costumbre la secretaria de el director me espera en la puerta de entrada.

-Señor Malpich, el Director lo espera en su oficina.

-Relájate Rouse, es lo de cada semana, debería ya de estar acostumbrada igual que yo.

-¿Como puede decir eso señor Malpich?

-Sólo digo la verdad, Rouse.

Y dicho eso, tocó la puerta de la oficina del Director, escuchó un pase, abro la puerta y veo al director mirando por la ventana no se que cosa, se da media vuelta y me dice.

-Señor Malpich, me podría explicar ¿Que hacían estas botellas de bebida alcohólica enterradas en las jardineras?

-Bueno señor, creo que usted mismo se respondió la pregunta, estaban enterradas.

-No se quiera pasar de listo conmigo-me dice mientras toma asiento en su silla.

-No lo hago- bueno sólo un poco, pienso para mi.

-Ya no puedo seguir soportando su conducta, hable con su padre hace rato y me dio la autorización de ponerle el castigo que mejor me parezca.

-¿Y supongo que será el lavar baños durante todo un siglo escolar?

-No, eso ya lo hizo y no pienso repetirme el mismo castigo, tendrá que cumplir con un trabajo aquí en la escuela sin derecho a paga, claro de tiempo completo.

-¡No puede hacerme eso!

-Ya esta hecho, su padre me dio esa libertad, comienza hoy terminando las clases en la cocina, si no cumple con el castigo, se le expulsara de la escuela inmediatamente,

Esto si que de verdad es el colmo, mira que venirme ami, Axel Malpich, a decirme que tengo que trabajar, no va con mi estilo de vida y para acabarla de joder sin derecho a paga y de tiempo completo, maldición ¿Que dirán de mi mis amigos? Ya no poder salir a fiestas, estar con chicas y poder llegar tarde de parranda con mis amigos.

Que fiasco de castigo me paso a joder todos mis planes, salgo muy furioso de la oficina del Director, camino por los pasillos sin rumbo y cuando estoy por entrar a los baños de hombres cuando alguien me llama por mi nombre, hay no puede ser ni aquí puedo estar lejos de ella.

Es mi ex Simone, pasamos un buen mes juntos el año pasado pero, era muy celosa y pesada, no se si entiendan a que me refiero, así que nos dejamos y quedamos como amigos, bueno ella me dijo que quedaríamos así ya que yo no quería regresar con ella, tiempo después me dijo que por lo menos fuéramos amigos que porque no podía estar sin hablarme y todo ese choro mareador, la verdad no se ni cómo fue que acepte y bueno ahorita en la actualidad heme aquí, arrepintiendome de haber accedido a su petición.

-Axel, que bueno que te veo, hoy de verdad que no fue mi día, un fenomeno me tiro en la mañana.

-Enserio Simone, no me importa, déjame sólo ¿quieres? Ahora no estoy de humor para tus dramas.

-Que desconciderado y grosero eres Axel Malpich.

-Si lo que digas, déjame sólo ¿Que no escuchaste?

Muy indignada da media vuelta y se va por donde vino, genial al menos hoy no me va a molestar por un buen rato, entró al baño a fumarme un cigarrillo para calmarme un poco y salgo cuando tocan para el cambio de salón, bien a seguir con mi estúpido día.

Después de Axel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora