Capítulo 7.

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"Lo que sucedió usted lo sabe:
aprendí a leer y mi soledad encontró compañía, el silencio se poblo de
voces y el vacío se poblo de fantasía"
Sara Sefchovich.

AXEL.

No se que es lo que esta pasando, sólo sé que estoy caminando en dirección a la mujer con cabello rojo, ella no puede ser la misma mujer que vi ayer en la noche no tiene sentido que ella siendo de un barrio pobre este en este instituto tan caro las posibilidades de que sea ella son casi nulas, vamos Axel no puede ser ella hay que hacerlo ¿Y que le vas a decir? me pregunto a mi mismo, bien eso no lo sé ya me inventare algo, lo que sea pero por favor que sea ya mismo, estoy a escasos pasos de llegar a ella y a último tiempo desvío mi camino y hago como que voy a saludar a alguien más, no puedo creer que sea tan cobarde sabiendo que no puede ser ella la misma mujer que vi ayer tal vez lo sea me dice una voz en mi cabeza, vamos hay que tener ánimos y terminar con esta apuesta lo más pronto posible, y tal vez cuando termine todo esto volver a ver a la mujer de cabello rojo que tanto he estado pensado desde ayer.

Las clases siguieron con su curso y yo aún no me he acercado a la mujer de cabello rojo que tengo que conquistar, lo cierto es que no se como comenzar una conversación con ella, llamenlo miedo o nervios pero no se me ocurre nada bueno para comenzar a hablar con ella, nada estoy en blanco y eso ya me está comenzando a preocupar porque jamás me había puesto así sólo por hablar con una mujer que no conozco, voy caminando por el pasillo de los salones D400 y me encuentro con Simone, genial no podría ser peor este jodido día.

-Mañana comienza la apuesta, así que más vale que te des prisa con tu jitomate andante.

-No lo tienes que decir dos veces ¿Ok?, si es todo lo que me tienes que decir te dejo tengo que ir con el director.

-Adiós, Axel - Escuchó decir a Simone mientras me manda un beso con la mano.

yo la verdad no le contesté nada, simplemente seguí con mi camino, lo del director fue una excusa-verdad ya que no quería seguir hablando con ella y tengo que ir con el director para que me de mi regaño del día y comenzar con mi primer día de trabajo, justo cuando estoy a punto de dar la vuelta para llegar a la oficina del director chocó con alguien, quedó un poco aturdido por el impacto y cuando me recuperó, que sólo fue cuestión de segundos le digo a quien sea con quien choque un lo siento.

-No te preocupes- me dice una voz algo alejada de donde estoy yo.

Volteo a ver de quien es la voz y veo entre todo el gentío de estudiantes una cabellera roja danzando con el viento, mierda choque con ella y ni me di cuenta, maldición hubiera sido mi oportunidad para comenzar a hablar con ella de una vez por todas.

Tocó la puerta del director y no espero a que me digan que puedo pasar, entró todo confundido por lo que acaba de pasar y comienzo a decir.

-Ya se que falte ayer a mi primer día de trabajo pero no fue mi culpa, mi amigo que apenas llegó ayer de su crucero me invito unos tragos para celebrar su regreso y bueno no me puede negar, maldición tengo que volver a ver a la mujer de cabello rojo- término de decir.

Apenas me doy cuenta de lo que dije sobre la mujer de cabello rojo siento como me comienza a invadir un calor en toda mi cara, bien ahora si ya la hice parezco un jitomate, como ella me susurra otra vez una voz y me empiezo a reír como loco.

-Señor Malpich, no tengo ni la más mínima idea de quien sea esa mujer que dice pero si le puedo decir que era su responsabilidad llegar ayer a trabajar, una falta más y le aseguró que al día siguiente tendrá en sus manos todos sus papeles de inscripción- traducción mi expulsión del plantel.

-Si lo sé, ya no voy a faltar lo prometo- le digo mientras miro al suelo.

-Eso espero, ahora salga de aquí y comience con su trabajo, hoy le toca estar en la cocina.

Salgo y me dirijo a la cocina, cuando llegó y estoy a punto de entrar el hombre que esta a cargo se me queda viendo con cara de ¿Y tu que haces aqui?

-Estoy aquí porque el director me puso ese castigo, si quiere puede ir a preguntarle si no me cree.

-Bien en un momento iré, mientras ponte a lavar todos los trastos que salieron del desayuno, están en aquella tarja- me dice señalando atrás de él.

Veo en donde me dijo que esta esa tarja y lo único que veo son montañas interminables de trastos, y pensándolo bien ahora yo no se nada acerca de lavar trastos, mierda va a ser una tarde muy ocupada.

Término a las 8 de lavar todo y salgo a buscar a Dimitri para que me lleve a casa, cuado llegó me duelen tanto las manos, los pies y la espalda que casi le digo a Dimitri que me suba cargando hasta mi habitación, lo puede hacer ya que tiene mucha constitución musculosa apesar de que es chofer, tanto así que algunos piensan que es mi guarura cuando me ven con el, pero la verdad es que no tengo ni ánimos para decirle eso lo único que quiero es llegar lo mady rápido posible a mi habitación.

Tomó un gran suspiro y comienzo a subir las escaleras, no sé porque pero me da la sensación de que son eléctricas, jajaja no he tomado ni una sola gota de alcohol y ya siento cosas que no, veo mis pies y tal parece que estuve corriendo durante mucho tiempo porque me tiemblan demasiado, llegó por fin a mi habitación y lo único que hago es quitarme los zapatos que traía y aventarme a mi hermosa cama, mañana va a ser un día agotador.

Después de Axel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora