Capítulo 3.

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"Tanto si piensas que puedes como si piensas que no puedes, tienes razón"
Henry Ford.

ADALIA.

Son las 2 de la mañana y yo aún no puedo terminar la tarea, en verdad que la escuela sería mucho más fácil sin tanta tarea y trabajos que muchas veces son solamente gastadera de tiempo para que al final el profesor o no lo tome en cuenta o de plano te diga que lo copiaste o que lo hiciste el día anterior, la verdad no entiendo para nada la lógica de los profesores, es como tratar de adivinar el pensamiento a un huracán, son impredecibles.

Ya quiero terminar, por dios quiero dormir hoy por lo menos 3 horas, término de hacer toda la tarea a eso de las 2:30 am, estoy que muero de sueño, me dirijo a mi habitación, veo la cama que me promete un sueño profundo y placentero, no resisto más y caigo rendida ante los brazos de mi hermosa cama.

Suena la alarma de mi despertador, son las 6 de la mañana y penas tengo el tiempo suficiente para bañarme, tomar algo ligero de desayuno y salir corriendo a la escuela, hago todo casi en tiempo record así que hoy voy con buen tiempo de sobra, podré caminar tranquila, y se preguntarán y como voy vestida, bueno la verdad no visto ropa cara ni de marca, visto lo que puedo comprarme en tiendas de segunda mano, maquillarme no tengo el lujo de eso tengo otras cosas más importantes, amigos no tengo, la verdad no necesito a alguien que me quite el tiempo y novio ni hablar, ahora no es momento para eso ya será después.

llegó exactamente a las 7 a la entrada de la escuela, bien me tengo que dar prisa la profesora de literatura apesar de que se lleva bien con migo no tolera la impuntualidad y yo tampoco, camino lo más rápido que puedo y cuando estoy subiendo las escaleras del segundo piso tropiezo con alguien, la verdad no me tomé la molestia de ver quien era, iba tarde así que sólo de dije un lo siento mucho y seguí con mi camino, llegue a la puerta del aula C212 al mismo tiempo que la profesora.

-Adalia, bien llegamos tarde las dos, un mal comienzo de semana ¿No lo cree?

-Así es profesora, un mal comienzo de semana.

-Bien entre, que el tiempo es oro y nosotras lo estamos gastando a manos llenas.

-Si profesora.

Entro al aula y tomó asiento en mi lugar de costumbre, tercera fila de la derecha, segunda banca, todo comenzó como de costumbre, la profesora me preguntaba cosas, yo contestaba, termina la clase y me voy a la siguiente que esta en el aula D403 que esta al otro lado de la escuela, en fin todo lo rutinario de la semana, sin embargo no sabía en ese momento que cuando tropecé con alguien cambiaría todos mis planes como tampoco sabía que alguien me vigilaba muy atentamente.

Después de Axel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora