Capítulo 13.

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"Esa es mi vida, cazar ideas, soñar despierto y casi siempre hablar dormido y de vez en cuando, cuando estoy de suerte, hablar con tigo."
Edel Juárez.

AXEL.

Nunca en mi vida me había sentido así como me siento ahora, comenzando con las clases Adalia me dio unos problemas para resolver, que según ella estaban muy fáciles y todo eso pero para mi fue como leer un montón de jeroglíficos del antiguo Egipto, no entendía nada y bueno por ende cuando Adalia término lo que estaba haciendo tomo la hoja en sus manos y me vio con una cara de interrogación como preguntándome ¿y luego? Y yo como un tonto no le dije nada, yo creía que al ver que era de familia con dinero pensaría que me habían pasado hasta ahora por obra y gracia de puro dinero todos los años escolares, la verdad es algo muy lógico para mi no sé porque no se le ocurrió a ella, lo cierto es que no sé nada de lo que le sigue de la suma, resta, multiplicación y división, en lo personal yo creo que todo lo demás no me sirve para nada sólo son clases de relleno ¿cuando en tu vida vas a ocupar todo eso? Bueno por lo menos yo no creo ocuparlo.

Al ver Adalia que no entendía nada de lo que me estaba explicando se regresó para ver hasta donde sabía en mates y me hizo otro examen improvisado que contenía 10 ejercicios de los cuales venían, las 4 cosas que yo sabía en mate y una más a la cual nunca les entenderé, las fracciones, termine el examen y todo tuve bien a excepción de los ejercicios de fracciones que eran 4, Adalia calificó el examen y lo pase con 6 y bueno ella al ver desde donde ya no sé nada del tema comenzó por ahí, primero me hizo unos ejemplos y todo eso y luego dejó que yo hiciera unos sólo aver si le había entendido pero no hice nada porque no le entendí palabra, ella al ver que no entendía me explicaba de una forma y de otra y de otra pero yo seguía sin entenderle nada, al término de las dos horas y media de puras matemáticas me comenzó a doler  horriblemente la cabeza, creo que me va a dar cáncer en el cerebro o algo así, maldición esto de las clases no funcionó como yo quería.

Nunca en la vida me había sentido como ahora me siento, me siento tan inútil, estúpido, tarado, faltó de neuronas, creo que hasta un niño con discapacidad mental es mucho más inteligente que yo en matemáticas, no se porque pero tengo una extraña sensación en la boca del estómago algo parecido a cuando decepcionas a alguien y te sientes muy mal por ello, simplemente no me cabe en la cabeza porque demonios no pude entender nada de lo que me explico.

Llegamos a casa y yo subí a mi habitación a tomar una ducha con agua hirviendo, tal vez así se aclaren más mis ideas y todo eso, y si ocurrió, de esas veces que piensas un sin fin de cosas de la vida cuando estas en la ducha y todo eso, me vino a la mente que tal vez podría ser un problema que tengo yo al no poner mucha atención a lo que me explican y todo eso, y también en ese mismo momento me prometí que jamás volvería a hacer el ridículo enfrente de nadie por no saber nada, así pues cuando salí de la ducha tome la decisión de ir al médico a ver que era lo que me estaba pasando.

ADALIA.

Llegue al colegio muy temprano como de costumbre, desayune un emparedado de jamón, queso, lechuga y jitomate junto con un poco de té de canela, lo termine muy rápido ya que tenía una cosa que hacer, tenía que imprimir los ejércitos de matematicas para Axel que hice en la computadora que me prestó la señora Olmirks junto con una memoria USB, son más o menos 8 hojas pero creo yo está muy bien explicado, estoy afuera de la sala de cómputo esperando a que llegue alguien y el primero que veo es el señor de intendencia, es muy amable con migo desde que lo conozco, espero que me pueda ayudar.

-Buenos días señorita- me dice al momento de que abre la sala de cómputo.

-Buenos días.

Después de Axel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora