Capítulo 6.

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"Puedo escribir los versos más tristes de la noche.
Escribir por ejemplo:
La noche esta estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y aveces ella también me quiso.
En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La bese tantas veces bajo el cielo infinito."
-Pablo Neruda.

ADALIA.

Buen eso si que fue muy extraño, me asomé un poco para ver quienes eran los que tenían tanto escándalo y vi un carro muy lujoso parado en frente, en seguida se comenzó a mover a un lado para otro y al instante sale alguien de la puerta de lado derecho, creo es un hombre, sale y al instante comienza a vomitar, estaba a punto de salir a ver si estaban bien cuando no se que le dio y me volteó a ver, yo como la testaruda que soy no me moví ni un centímetro, le aguante la mirada todo el tiempo que estuvo viéndome con una cara de tonto borracho, al final cuando se volteó a ver a alguien que le hablaba de dentro pude verlo bien y casi me caigo de la impresión, no era nada más ni nada menos que Axel Malpich, hijo de un gran dueño de la mejor compañía de este país y a la vez hijo de una escritora muy reconocida, raro verdad, sólo una o dos veces lo he visto en el colegio, puesto que vamos en el mismo, pero he escuchado que es un mamon de primera, que el sólo quiere lo mejor de lo mejor, y como no si ya tiene la vida resuelta y asegurada, en cambio yo tengo que tener mucho cuidado con cada decisión que tomó, una decisión errónea me costaría muy caro, pero bueno ya me salí del tema.

Vuelvo a hacer la tarea, al poco rato ya no me puedo concentrar porque una pregunta ronda en mi cabeza ¿Qhe hacia alguien como Axel en un barrio como este? Al instante de darme cuenta que le estoy dando mucha importancia al asunto me doy una cachetada mental y me digo a mi misma, eso a ti no te importa concentrate en lo que de verdad importa.

Terminó de hacer la tarea y aún seguía teniendo esa pregunta susurrandome en la cabeza una y otra vez, maldición no puede ser, ¿Porque le estoy dando tanta importancia al asunto?

AXEL.

-Oye mi amor ¿No quieres divertirte tu también?- me dice la mujer que tenía encima de mis piernas hace un rato, ahorita ella y su amigas están con mi amigo, si saben a lo que me refiero.

-No, me siento mal, yo paso por hoy- le digo más a mi amigo que a la mujer, pero no es cierto me siento muy bien simplemente no tengo ganas de obtener acción hoy.

Se termina la fiesta a eso de las 3 de la madrugada, llegó a mi casa a las 3:35, el mayordomo me abre y me dirijo a mi habitación, entró y lo único que hago es acostarme en la cama y por fin caigo en la inconsciencia.

Al día siguiente suena mi despertador y como es de todos los días me cuesta mucho trabajo levantarme de la cama, me meto a bañar, salgo, me visto y le digo a Dimitri que me lleve a la escuela, llegó algo temprano puesto que no había tráfico y como es de siempre entró a la oficina del director a prometer que ya me portare bien, salgo casi después de una hora, entró a la segunda hora de clases y todo es lo de siempre, la mismas mujeres que suspiran cuando pasó a su lado, el cuchicheo entre amigas, y bla, bla, bla.

Llega la hora del receso y me dirijo a la cafetería a reunirme con mis amigos, llegó a donde ellos están, los saludo a todos y cuando tomó asiento aparece Simone, me ve y corre en mi dirección llega hasta mi y me abraza, esto es intolerable, ¿Quien le dijo que me podía abrazar de esa manera? y en este lugar.

-Simone, sueltame quieres, esto es muy incómodo para mi.

-Hay pero que malo eres con migo, Axel- me suelta y sé retira un poco de mi persona.

-Tengo una reputación que cuidar ¿Sabes? Después de todo soy irresistible- me dice Simone momentos después.

-Aja, si claro lo que tu digas.

-¿Quieres apostar?

-¿Y que ganaría yo a cambio?

-No lo sé, lo que tu quieras, pero aparte de conquistar tienes que cambiarlos completamente.

-Bien, eso me gusta, por favor que ya te alejes de mi de una vez por todas- Digo mientras muevo mi brazo hacia un lado, ya está empezando a hacerme enojar - Aceptó, pero con una condición.

-¿Que cosa?

-Que hasta que uno de los dos gane se dirá que es lo que va a pedir a cambio.

-Si claro lo que tu digas, ahora bien escoge a alguien a quien tenga yo que conquistar.

-Mmmm, ya sé, el friki que se pasa todo el día en la sala de cómputo y que entró aquí por una beca de deporte.

-Veo que quieres ganar esto a como de lugar ¿Verdad? Bien mi turno- le da una ojeada a toda la cafetería y se queda viendo en mi dirección o más bien atrás de mi- esa pelirroja que va entrando.

Volteo a vera quien es y cuando la veo casi me caigo de la silla, es la misma mujer que vi el día anterior, mierda, si que tengo mala suerte, me toco con mi mujercita roja.

-Axel, la apuesta empieza mañana.

Hago un ademán de con mi cabeza de que estoy de acuerdo, pero la verdad es que casi no la escuche para nada, sólo estoy concentrado en una cosa ¿Que voy a hacer para poder hablar con ella?

Después de Axel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora