Desde hace un tiempo, he estado enamorada de Marco. Siempre pensé que el amor era algo hermoso y que sólo me traería felicidad... más nunca imaginé que iba a sufrir y llorar tanto.
—Te marchaste corriendo detrás de Marco, sin ninguna explicación —me dijo —.
—L-lo lo siento.
—No te estoy pidiendo que te disculpes... sólo, me gustaría saber lo que pasa. Creo que tengo el derecho a saberlo... como... como tu novio.
Suspiré. Tenía razón. Tom tenía todo el derecho a saber lo que estaba pasando. Pero no sabía si decirle era lo correcto. Al final, solo conseguiría herirlo. Y yo... yo no quería que eso pasara. Quizás no lo amaba como a Marco, pero lo quería mucho y no quería que se hiciera daño al saber que en realidad amaba a alguien más. De todas formas, mi mamá no quería por ningún motivo que me acercara a Marco. Así que en realidad, ¿no era mejor para todos que me esforzara por enamorarme de Tom y así ser felices? Quizás extrañaría a Marco por un tiempo, pero luego lo superaría, teniendo a otro chico a mi lado.
—Veo que te hiciste daño en los pies —me dijo —.
—¡¿Eh?! ¡Ah, si! No tuve que salir corriendo sin zapatos... qué torpe soy, ¿no lo crees?—dije, intentando sonreir—.
—Star, escucha. Se que no te sientes bien. Estoy muy preocupado, pero... si no quieres contarme lo que sucede, respeto tu decisión.
Lo miré fijamente por unos segundos. Pensar que este chico, al que antes ni quería ver, se había convertido en uno de mis personas más queridas y cercanas, sólo superado por Marco.
No quería preocuparlo. Tampoco quería decirle la verdad. No era correcto, y se sentiría herido. Pero tampoco quería mentirle. No sabía que hacer.
Mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas. El no saber que hacer en esta situación y el mismo hecho que Marco ya no pudiera ser tan cercano a mi como antes, me hería profundamente.
Me lancé a los brazos de Tom. Él estaba sorprendido, pero correspondió al abrazo, acariciandome suavemente la espalda. Me sentía como una estúpida.
—Mientras tanto—
Marco~ Hace unos momentos, nunca me había sentido más seguro en mi vida. Estaba claro que a Star ya no la quería considerar solo como amiga. Pero ahora... con lo que acaba de pasar... perdi toda esperanza de ser algo más. Me fui caminando a mi casa, dispuesto a tirarme a mi cama y comer unos nachos, sólo para intentar distraer mi mente del inmenso dolor que sentía.
Miraba a mi alrededor, encontrando todo tan gris y desesperanzador que no daban ganas de hacer nada.
"Le estoy haciendo daño a la persona que más quiero en este mundo", pensé. "Y por si fuera poco, ahora ni siquiera podremos seguir siendo mejores amigos. No podré divertirme y reír con ella, como solíamos hacer... ¿qué estupidez hice para merecer esto?".
Mis lágrimas no tardaron en aparecer. No podría haber tenido un peor día que este...
—Con Star y Tom —
—Tranquila, preciosa... no llores.
Mis lágrimas empapaban su camiseta. Yo la agarraba con fuerza, intentando desahogar toda la presión, miedo, tristeza y confusión que sentía.
—¿Qué te parece si te llevo al hospital?
Asentí en silencio. Tom me cargó en su espalda, haciéndome recordar como Marco, hace poco rato, me sostuvo en sus brazos. Sentí otro golpe en mi corazón.
Tom me llevó en silencio, seguramente pensando en que era mejor asi, ya que los asuntos se podían complicar aún más.
Al llegar al hospital, por suerte, no me dijeron nada. Al parecer, mi mamá había ido a explicar un poco más sobre mi "enfermedad" y de lo que estaba pasando porque los médicos no se hicieron mayor problema y me dieron de alta ese mismo día, sólo recordándome lo que mi mamá me había dicho: debía distanciarme lo más que pudiera de Marco, que sólo complicaría más la situación.
Los días pasaron... una semana... dos semanas... un mes... dos meses...
Al tercer mes, ya se notaba un aire extraño en casa. A pesar de vivir bajo el mismo techo y en una habitación casi al lado de la otra, Marco y yo no nos dirijiamos ni palabra. Apenas nos saludábamos, y cuando necesitábamos algo del otro, nos respondiamos con monosílabos e intentábamos hablar y vernos lo menos posible. Toda nuestra amistad parecía haber quedado en el pasado. Tanto Marco como yo teníamos nuestras propias actividades y salidas: el, con Jackie y yo, con Tom. Todo era tan aburrido y soso que cada vez le pedía a Tom que hiciéramos algo más sofisticado o que me comprara cosas más caras. Tom, a veces, se mostraba molesto por mi actitud egoísta, pero no me decía nada y quedábamos en un incómodo silencio.
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Mi apetito ya no era como antes. Los papás de Marco comenzaron a preocuparse, sobretodo cuando, en una ocasión, me pesé y vieron que había bajado varios kilos.
Mi mirada también había cambiado. Mis ojos se encontraban apagados, sin ese brillo característico que los distinguía. Además, cada vez se me notaban más mis ojeras; producidas porque no dormía bien o porque sencillamente había estado llorando un largo rato, por la guerra interna que me atormentaba.
Marco se veia cada vez más indiferente. Ya no le gustaban las mismas cosas que antes. Antes, solía hacer nachos y amaba comerlos. Pero ahora... ahora ni siquiera he visto que los haga. Se nota de bastante mal humor y a veces lo oigo discutir con sus padres. Me da pena que esté así por mi culpa, pero ninguno de los dos puede hacer nada para remediarlo. Después de todo, mamá tenía razón. Ahora que no hablo con él he dejado de desmayarme. Ahora mi vida no corre peligro. Pero me siento completamente vacía.
Marco~ Odiaba estar así. Me había puesto irritable y aburrido. Nada me satisfacía. Cada vez estaba saliendo más con Jackie o con mis amigos para llenar ese vacío que sentía. Y daba resultado. En ese momento, me divertía. Pero al llegar a casa, me sentía tan decepcionado y tan triste, que cualquier comentario me hacía estallar. Star se daba cuenta de ello, y eso me avergonzaba. Era horrible el no poder siquiera tener una conversación normal con ella, como antes. Pero prefería eso a perderla para siempre, verla enferma, verla sufrir.
—Marco, queremos hablar contigo —dijo mamá, tocando la puerta de mi habitación y sacándome de mis pensamientos—.
—Pasen —contesté —.
Mamá y papá se sentaron en mi cama, con una evidente mirada de preocupación.
—Hijo, ¿qué sucede entre tú y Star?
Ok ok... acá se viene lo bueno ( ͡° ͜ʖ ͡°) los dejaré con intriga muajajajaja...
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