Estaba a punto de cerrar mis ojos para siempre y entregar mi varita, cuando escuché una voz fuerte gritándome que no lo hiciera. Miré hacia esa voz y era... ¡¿Marco?! ¿Cómo pudo escapar?
—¡¡¡¡Staaaaar!!!! No le hagas caso... yo... ¡¡¡yo te amo!!! ¡¡¡Nada de esto es tu culpa!!! Tu padre hubiera querido que siguieras luchando y yo... yo también. —gritó Marco, sonrojado —.
Mi corazón dio un vuelco. Lágrimas asomaron de mis ojos, pero lágrimas de alegría. Si mi padre hubiera estado aquí, él me diría que siguiera luchando. Y si Marco me amaba, ya no había que temer por mi enfermedad. Me sentía feliz. Llena de fuerzas. Tomé mi varita con resolución y esperé el momento más adecuado para atacar.
—¡¿Cómo te escapaste?! ¡Eres un idiota! ¡Te mereces unos buenos golpes! —gritó Toffee, lleno de ira contra Marco —.
—Star... ¡ahora! —dijo Marco, tocando un botón que abría la caja de vidrio en donde estaba encerrada —.
—¡Golpe narvaaaaal! ¡Estampida de guerricornios! ¡Golpe letal de mariposas!
El lugar poco a poco se fue destruyendo, liberando a los prisioneros, incluyendo a mi mamá. Al ver mi entusiasmo, tanto mamá como Marco comenzaron a ayudarme y a intentar atacar a Toffee, aunque él también se defendía muy bien.
—¡¡Estuviste a punto de rendirte, Star!! Y gracias a tu "amigo" es que ahora me estás atacando. ¿Qué te parece si te arrebato lo que más quieres? —dijo Toffee —.—¡Inténtalo! ¡Rayo nuclear de arcoiris!
—Agh, ¡no te saldrás con la tuya, Butterfly!
En un momento, se lanzó contra Marco, quien a pesar de tratar de defenderse con sus golpes de karate, no pudo contra él, y quedó muy malherido. Sus brazos y cara chorreaban sangre y estaba todo machucado.
—¡¡¡Jajajajaja!!! ¿Dónde quedó todo tu valor, chico karate? —dijo Toffee, ahorcándolo —.
—N-no... n-no m-e rendi-diré —soltó Marco, un tanto asfixiado—.
—¡Esto te costará caro, Díaz!
—¡Gran ataque de abejas gigantes! —grité, apuntando hacia mi enemigo —.
Una gran nube de abejas se precipitó contra Toffee. Ahí soltó a Marco, para tratar de alejar a las abejas que le picaban por todo el cuerpo. Luego volvió a atacar a Marco.
De repente, sentí que alguien me apretaba la espalda. Miré hacia atrás y... ¡era Ludo!
—¡Ludo!
—¿Te sorprende verme? —dijo con una cara llena de maldad —.
En sus ojos había algo imposible de describir. Estaba como... poseído.
Empecé a luchar contra el, sin perder de vista a Marco, que cada vez luchaba con menos fuerzas. Yo también estaba exhausta. ¡¿Desde cuando Ludo lucha tan bien?!, pensé. Quizás era porque estaba "poseído". Él era malo, pero no tanto.
Pronto, Marco y yo nos desplomamos en el suelo. Mamá también.
—Vaya, vaya... ¡que trío de idiotas! —dijo Toffee, a lo que ambos enemigos se pusieron a reír a carcajadas —.
—Ludo, ponlos a los tres en la celda, y quitale la varita a Star.
—¡Si, Toffee!
Espera... ¿trabajan juntos? ¿Desde cuando? Quizás... ¡Ludo está poseído por Toffee! Él nunca se dejaría mandar así.
Ludo nos metió a una especie de celda. Olía muy mal. Nos puso unas cadenas a los brazos y piernas para que de ninguna forma volvieramos a escapar.
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Enferma de amor ...Star x Marco...
Fiksi PenggemarDesde hace un tiempo, he estado enamorada de Marco. Siempre pensé que el amor era algo hermoso y que sólo me traería felicidad... más nunca imaginé que iba a sufrir y llorar tanto.