Cosernos.

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Un par de almas rotas,

quién sabe si fue destino,

o por el contrario, casualidad,

que terminaran cruzándose nuestras vidas.


Llegaron incluso a envidiarnos

los personajes de películas ñoñas.

Cuando nos perdíamos en besos infinitos

acudía al mapa que dibujaban tus sonrisas.


Pero no todo lo bueno

puede por siempre durar.

Se despegaron las tiritas

que nos hacían no recordar.


Solo éramos un par de agujas

intentando arreglar este descosido.

No conseguimos retenerlo,

y ambos acabamos siendo por el otro pinchado.

Esencias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora